San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turquía). Provenía de una familia cristiana distinguida: su padre, Basilio el Viejo, y su madre, Emelia, eran ambos conocidos por su piedad. Su abuela, Macrina la Mayor, también es venerada como santa.
Gregorio recibió una educación excelente y se convirtió en un destacado filósofo y teólogo. Inicialmente, trabajó como maestro de retórica, pero más tarde decidió seguir una vida religiosa. Contrajo matrimonio con Teosebia, con quien compartió una profunda conexión espiritual.
En 371, Gregorio fue consagrado obispo de Nisa y, posteriormente, arzobispo de Sebaste. Fue uno de los tres Padres Capadocios, junto con su hermano Basilio el Grande y su amigo Gregorio Nacianceno. Gregorio es conocido por sus escritos teológicos y su intento de conciliar la filosofía platónica con el cristianismo.
Gregorio de Nisa murió alrededor del año 394 en Nisa, dejando un legado duradero en la Iglesia ortodoxa y en la teología cristiana.
