miércoles, 28 de febrero de 2018

Salmos 1-4; Romanos 12

Salmo 1
1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta,
2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche!
3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien.
4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento.
5 Por eso, no resistirán en el Juicio los impíos, ni los pecadores en la comunidad de los justos.
6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde.

Salmo 2
1 ¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos mascullan planes vanos?
2 Se yerguen los reyes de la tierra, los caudillos conspiran aliados contra Yahveh y contra su Ungido:
3 «¡Rompamos sus coyundas, sacudámonos su yugo!»
4 El que se sienta en los cielos se sonríe, Yahveh se burla de ellos.
 5 Luego en su cólera les habla, en su furor los aterra:
 6 «Ya tengo yo consagrado a mi rey en Sión mi monte santo.»

7 Voy a anunciar el decreto de Yahveh: El me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy.
8 Pídeme, y te daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra.
9 Con cetro de hierro, los quebrantarás, los quebrarás como vaso de alfarero.»
10 Y ahora, reyes, comprended, corregíos, jueces de la tierra.
11 Servid a Yahveh con temor,
12 con temblor besad sus pies; no se irrite y perezcáis en el camino, pues su cólera se inflama de repente. ¡Venturosos los que a él se acogen!

Salmo 3
(1) = Salmo. De David. Cuando huía de su hijo Absalón. =
 1 (2) Yahveh, ¡cuán numerosos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!
 2 (3) ¡Cuántos los que dicen de mi vida: «No hay salvación para él en Dios!» = Pausa. =
 3 (4) Mas tú, Yahveh, escudo que me ciñes, mi gloria, el que realza mi cabeza.
 4 (5) A voz en grito clamo hacia Yahveh, y él me responde desde su santo monte. = Pausa. =
 5 (6) Yo me acuesto y me duermo, me despierto, pues Yahveh me sostiene.

6 (7) No temo a esas gentes que a millares se apostan en torno contra mí.
 7 (8) ¡Levántate, Yahveh! ¡Dios mío, sálvame! Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos, los dientes de los impíos tú los rompes.
 8 (9) De Yahveh la salvación. Tu bendición sobre tu pueblo. = Pausa. =

Salmo 4
(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. De David. =
 1 (2) Cuando clamo, respóndeme, oh Dios mi justiciero, en la angustia tú me abres salida; tenme piedad, escucha mi oración.
 2 (3) Vosotros, hombres, ¿hasta cuándo seréis torpes de corazón, amando vanidad, rebuscando mentira? = Pausa. =
 3 (4) ¡Sabed que Yahveh mima a su amigo, Yahveh escucha cuando yo le invoco.
 4 (5) Temblad, y no pequéis; hablad con vuestro corazón en el lecho ¡y silencio! = Pausa. =

5 (6) Ofreced sacrificios de justicia y confiad en Yahveh.
 6 (7) Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?» ¡Alza sobre nosotros la luz de tu rostro! Yahveh,
 7 (8) tú has dado a mi corazón más alegría que cuando abundan ellos de trigo y vino nuevo.
 8 (9) En paz, todo a una, yo me acuesto y me duermo, pues tú solo, Yahveh, me asientas en seguro.

Romanos 12
1 Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia  de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.
2 Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.
3 En virtud de la gracia que me fue dada, os digo a todos y a cada uno de vosotros: No os estiméis en más de lo que  conviene; tened más bien una sobria estima según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual.
4 Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma  función,
5 así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte  los unos miembros de los otros.
6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe;
7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando;
8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad.
9 Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien;
10 amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros;
11 con un celo sin negligencia; con espíritu fervoroso; sirviendo al Señor;
12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración;
13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.
14 Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis.
15 Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran.
16 Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; = no os complazcáis en vuestra propia sabiduría. =
17 Sin devolver a nadie mal por mal; = procurando el bien = ante = todos los hombres: =
18 en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres;
19 no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la Cólera, pues dice la Escritura: = Mía  es la venganza: yo daré el pago merecido, = dice el Señor.
20 Antes al contrario: = si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza. =
21 No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...