jueves, 12 de octubre de 2017

Levítico 22-24

Levítico 22
1 Habló Yahveh a Moisés y dijo:
2 Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de algunas ofrendas sagradas que los israelitas me consagran, para no profanar mi santo nombre. Yo, Yahveh.
3 Diles: Cualquier descendiente vuestro, en todas las generaciones, que, estando impuro, se acerque a las cosas sagradas que los israelitas consagran a Yahveh, ése será exterminado de mi presencia. Yo, Yahveh.
4 Ningún descendiente de Aarón, que sea leproso o padezca flujo comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque lo que es impuro por un cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal,
5 o el que haya tocado un bicho que le ha hecho impuro o a un hombre que le ha hecho impuro con cualquier clase de impureza;
6 quien toque estas cosas, quedará impuro hasta la tarde, y no comerá de las cosas sagradas, sino que lavará su cuerpo con agua;
7 puesto el sol, quedará limpio y podrá luego comer de las cosas sagradas, pues son su alimento.
8 No comerá animal muerto o destrozado que le haga impuro. Yo, Yahveh.
9 Que guarden mis observancias, no sea que, cargados así de pecado, al profanarlas mueran por ello. Yo, Yahveh, el que los santifico.
10 Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.
11 Pero si un sacerdote con su dinero compra una persona, ésta podrá comer de las cosas sagradas; y también el siervo nacido en la casa: ambos pueden comer del pan del sacerdote.
12 La hija de un sacerdote, casada con un laico, no podrá comer de la ofrenda reservada de las cosas sagradas.
13 Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá  comer del pan de su padre, como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él.
14 Quien, por inadvertencia, coma de cosa sagrada, la restituirá al sacerdote, añadiendo un quinto de más.
15 No profanen, pues, las cosas sagradas de los israelitas, reservadas para Yahveh,
16 porque al comerlas cargarían con una iniquidad que debe ser reparada. Yo soy Yahveh, el que los santifico.
17 Yahveh habló a Moisés, diciendo:
18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh
19 para que os alcance favor, la víctima habrá de ser macho, sin defecto, buey, oveja o cabra.
20 No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado.
21 Si alguno ofrece a Yahveh ganado mayor o menor como sacrificio de comunión, sea en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, ha de ser una res sin defecto para alcanzar favor; no debe tener defecto alguno.
22 No presentaréis ante Yahveh animal ciego, quebrado, mutilado, ulcerado, sarnoso o ruin; de ellos nada pondréis en el altar como manjar que se abrasa para Yahveh.
23 Si es buey u oveja desproporcionado o enano, podréis presentarlo como ofrenda voluntaria, pero no será aceptado en cumplimiento de voto.
24 No ofreceréis a Yahveh animal que tenga los testículos aplastados, majados, arrancados o cortados. No hagáis est en vuestra tierra.
25 Y de esto nada recibiréis de la mano del extranjero como alimento de vuestro Dios, porque su deformidad es un defecto; no os serán aceptados.
26 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
27 Cuando nazca un ternero, o un cordero, o cabrito, quedará siete días con su madre; y desde el día octavo en adelante será grato como ofrenda de manjar abrasado para Yahveh.
28 No inmoléis en el mismo día vaca u oveja juntamente con su cría.
29 Al sacrificar a Yahveh un sacrificio de alabanza, lo haréis de tal modo que os sea aceptado.
30 Será comido en el mismo día, sin dejar nada de él hasta la mañana siguiente. Yo, Yahveh.
31 Guardad mis mandamientos y cumplidlos. Yo, Yahveh.
32 No profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los israelitas. Yo soy Yahveh, el que os santifica,
33 el que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Yahveh.
 
Levítico 23
1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
2 Habla a los israelitas y diles: Solemnidades de Yahveh que convocaréis como asambleas santas. Estas son mis solemnidades:
3 Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso de Yahveh dondequiera que habitéis.
4 Estas son las solemnidades de Yahveh, las reuniones sagradas que convocaréis en las fechas señaladas.
5 El mes primero, el día catorce del mes, entre dos luces, será la Pascua de Yahveh.
6 El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Ázimos en honor de Yahveh. Durante siete días comeréis panes ázimos.
7 El día primero tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
8 Ofreceréis durante siete días manjares abrasados a Yahveh. El séptimo día celebraréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
9 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
10 Habla a los israelitas y diles: Cuando, después de entrar en la tierra que yo os doy, seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla, como primicias de vuestra cosecha, al sacerdote,
11 que mecerá la gavilla delante de Yahveh, para alcanzaros su favor. El día siguiente al sábado la mecerá el sacerdote.
12 Ese mismo día en que mecieres la gavilla, sacrificaréis un cordero de un año, sin defecto, como holocausto a Yahveh,
13 junto con su oblación de dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. Su libación de vino será un cuarto de sextario.
14 No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo día, hasta traer la ofrenda de vuestro Dios.  Decreto perpetuo será éste de generación en generación dondequiera que habitéis.
15 Contaréis siete semanas enteras a partir del día siguiente al sábado, desde el día en que habréis llevado la gavilla de la ofrenda mecida;
16 hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis cincuenta días y entonces ofreceréis a Yahveh una oblación nueva.
17 Llevaréis de vuestras casas como ofrenda mecida dos panes, hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura, como primicias para Yahveh.
18 Juntamente con el pan ofreceréis a Yahveh siete corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos carneros: serán el holocausto para Yahveh además de su ofrenda y sus libaciones, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
19 Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado, y dos corderos de un año como sacrificio de comunión.
20 El sacerdote los mecerá como ofrenda ante Yahveh, juntamente con el pan de las primicias y con los dos corderos; serán consagrados a Yahveh y pertenecerán al sacerdote.
21 Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo será éste de generación en generación dondequiera que habitéis.
22 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies; los dejarás para el pobre y para el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
23 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
24 Habla a los israelitas y diles: En el mes séptimo, el primer día del mes será para vosotros de gran descanso, una fiesta conmemorativa con clamor de trompetas, una reunión sagrada.
25 No haréis ningún trabajo servil, y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh.
26 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
27 Además el día décimo de este séptimo mes será el día de la Expiación, en el cual tendréis reunión sagrada; ayunaréis y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh.
28 No haréis en ese mismo día ningún trabajo, pues es el día de Expiación, en el que se ha de hacer la expiación por vosotros delante de Yahveh, vuestro Dios.
29 El que no ayune ese día será exterminado de entre su pueblo.
30 Al que haga en tal día un trabajo cualquiera, yo lo haré perecer de en medio de su pueblo.
31 No haréis, pues, trabajo alguno. Es decreto perpetuo, de generación en generación, dondequiera que habitéis.
32 Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso.
33 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
34 Habla a los israelitas y diles: El día quince de ese séptimo mes celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahveh.
35 El día primero habrá reunión sagrada y no haréis trabajo servil alguno.
36 Durante siete días ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. El día octavo tendréis reunión sagrada y ofreceréis  manjares abrasados a Yahveh. Habrá asamblea solemne. No haréis trabajo servil alguno.
37 Estas son las solemnidades de Yahveh en las que habéis de convocar reunión sagrada para ofrecer manjares abrasados  a Yahveh, holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada cosa en su día,
38 sin contar los sábados de Yahveh, sin contar vuestros dones, sin contar todos vuestros votos, sin contar todas  vuestras oblaciones voluntarias, las que ofrezcáis a Yahveh.
39 El día quince del séptimo mes, después de haber cosechado el producto de la tierra, celebraréis la fiesta en honor de Yahveh durante siete días. El primer día será de descanso completo e igualmente el octavo.
40 El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de río; y os alegraréis en la presencia de Yahveh, vuestro Dios, por espacio de siete días.
41 Celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días cada año. Será decreto perpetuo de generación en generación. En el séptimo mes la celebraréis.
42 Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los naturales de Israel morarán en cabañas,
43 para que sepan vuestros descendientes que yo hice habitar en cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
44 Moisés promulgó las solemnidades de Yahveh a los israelitas.
 
Levítico 24
1 Yahveh habló a Moisés, diciendo:
2 Manda a los israelitas que te traigan para el alumbrado aceite puro de oliva molida, para alimentar continuamente  la llama.
3 Aarón lo preparará fuera del velo del Testimonio, en la Tienda del Encuentro para que arda de continuo ante Yahveh desde la tarde hasta la mañana. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes.
4 El colocará las lámparas sobre el candelabro puro que permanece ante Yahveh.
5 Tomarás flor de harina, y cocerás con ella doce tortas, dos décimas para cada una.
6 Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en la presencia de Yahveh.
7 Pondrás sobre cada fila incienso puro, que hará del pan un memorial, manjar abrasado para Yahveh.
8 Se colocará en orden cada sábado en presencia continua ante Yahveh de parte de los israelitas, como alianza perpetua.
9 Será de Aarón y de sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque lo considerarás como cosa sacratísima, de los manjares que se abrasan para Yahveh. Decreto perpetuo.
10 Había salido con los israelitas el hijo de una mujer israelita y de padre egipcio. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campo,
11 el hijo de la israelita blasfemó y maldijo el Nombre, por lo que le llevaron ante Moisés. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.
12 Lo retuvieron en custodia hasta decidir el caso por sentencia de Yahveh.
13 Y entonces Yahveh habló a Moisés y dijo:
14 Saca al blasfemo fuera del campamento; todos los que lo oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y que lo lapide  toda la comunidad.
15 Y hablarás así a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su Dios, cargará con su pecado.
16 Quien blasfeme el Nombre de Yahveh, será muerto; toda la comunidad lo lapidará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre, morirá.
17 El que hiera mortalmente a cualquier otro hombre, morirá.
18 El que hiera de muerte a un animal indemnizará por él: vida por vida.
19 Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él hizo así se le hará:
20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él haya causado a otro.
21 El que mate un animal, indemnizará por él; mas el que mate a un hombre, morirá.
22 Del mismo modo juzgarás al forastero y al nativo; porque yo soy Yahveh vuestro Dios.
23 Habló entonces Moisés a los israelitas. Sacaron al blasfemo fuera del campamento y lo lapidaron. Los israelitas  hicieron como Yahveh había mandado a Moisés.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...