lunes, 4 de septiembre de 2017

Génesis 10-12; Mateo 4

Génesis 10
1 Esta es la descendencia de los hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, a quienes les nacieron hijos después del diluvio:
2 Hijos de Jafet: Gomer, Magog, los medos, Yaván, Túbal, Mések y Tirás.
3 Hijos de Gomer: Askanaz, Rifat, Togarmá.
4 Hijos de Yaván: Elisá, Tarsis, los Kittim y los Dodanim.
5 A partir de éstos se poblaron las islas de las gentes. Estos fueron los hijos de Jafet por sus territorios y lenguas, por sus linajes y naciones respectivas.
6 Hijos de Cam: Kus, Misráyim, Put y Canaán.
7 Hijos de Kus: Seba, Javilá, Sabtá, Ramá y Sabteká. Hijos de Ramá: Seba y Dedán.
8 Kus engendró a Nemrod, que fue el primero que se hizo prepotente en la tierra.
9 Fue un bravo cazador delante de Yahveh, por lo cual se suele decir: «Bravo cazador delante de Yahveh, como Nemrod.»
10 Los comienzos de su reino fueron Babel, Erek y Acad, ciudades todas ellas en tierra de Senaar.
11 De aquella tierra procedía Asur, que edificó Nínive, Rejobot Ir, Kálaj
12 y Resen, entre Nínive y Kálaj (aquella es la Gran Ciudad).
13 Misráyim engendró a los luditas, anamitas, lehabitas y naftujitas,
14 a los de Patrós, de Kasluj y de Kaftor, de donde salieron los filisteos.
15 Canaán engendró a Sidón, su primogénito, y a Het,
16 al jebuseo, al amorreo, al guirgasita,
17 al jivita, al arqueo, al sineo,
18 al arvadeo, al semareo y al jamateo. Más tarde se propagaron las estirpes cananeas.
19 La frontera de los cananeos iba desde Sidón, en dirección de Guerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Admá y Seboyim, hasta Lesa.
20 Estos fueron los hijos de Cam, según sus linajes y lenguas, por sus territorios y naciones respectivas.
21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Héber y hermano mayor de Jafet.
22 Hijos de Sem: Elam, Asur, Aparksad, Lud y Aram.
23 Hijos de Aram: Us, Jul, Guéter y Mas.
24 Arpaksad engendró a Sélaj y Sélaj engendró a Héber.
25 A Héber le nacieron dos hijos: el nombre de uno fue Péleg, porque en sus días fue divida la tierra. Su hermano se llamaba Yoqtán.
26 Yoqtán engendró a Almodad, a Selef, a Jasarmávet, a Yéraj,
27 a Hadoram, a Uzal, a Diclá,
28 a Obal, a Abimael, a Sebá,
29 a Ofir, a Javilá y a Yobab. Todos fueron hijos de Yoqtán.
30 Su asiento se extendió desde Mesá, en dirección a Sefar, al monte del oriente.
31 Estos fueron los hijos de Sem, según sus linajes y lenguas, por sus territorios y naciones respectivas.
32 Hasta aquí los linajes de los hijos de Noé, según su origen y sus naciones. Y a partir de ellos se dispersaron los pueblos por la tierra después del diluvio.
 
Génesis 11
1 Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras.
2 Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron.
3 Entonces se dijeron el uno al otro: «Ea, vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego.» Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa.
4 Después dijeron: «Ea, vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos famosos, por si nos desperdigamos por toda la haz de la tierra.»
5 Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que habían edificado los humanos,
6 y dijo Yahveh: «He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible.
7 Ea, pues, bajemos, y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo.»
8 Y desde aquel punto los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por eso se la llamó Babel; porque allí embrolló Yahveh el lenguaje de todo el mundo, y desde allí los desperdigó Yahveh por toda la haz de la tierra.
10 Estos son los descendientes de Sem: Sem tenía cien años cuando engendró a Arpaksad, dos años después del diluvio.
11 Vivió Sem, después de engendrar a Arpaksad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
12 Arpaksad era de 35 años de edad cuando engendró a Sélaj.
13 Y vivió Arpaksad, después de engendrar a Sélaj, 403 años, y engendró hijos e hijas.
14 Era Sélaj de treinta años cuando engendró a Héber.
15 Y vivió Sélaj, después de engendrar a Héber, 403 años, y engendró hijos e hijas.
16 Era Héber de 34 años cuando engendró a Péleg.
17 Y vivió Héber después de engendrar a Péleg 430 años, y engendró hijos e hijas.
18 Era Péleg de treinta años cuando engendró a Reú.
19 Y vivió Péleg, después de engendrar a Reú, 209 años, y engendró hijos e hijas.
20 Era Reú de 32 años cuando engendró a Serug.
21 Y vivió Reú después de engendrar a Serug, 207 años, y engendró hijos e hijas.
22 Era Serug de treinta años cuando engendró a Najor.
23 Y vivió Serug, después de engendrar a Najor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
24 Era Najor de veintinueve años cuando engendró a Téraj.
25 Y vivió Najor, después de engendrar a Téraj, 119 años, y engendró hijos e hijas.
26 Era Téraj de setenta años cuando engendró a Abram, a Najor y a Harán.
27 Estos, son los descendientes de Téraj: Téraj engendró a Abram, a Najor y a Harán. Harán engendró a Lot.
28 Harán murió en vida de su padre Téraj, en su país natal, Ur de los caldeos.
29 Abram y Najor se casaron. La mujer de Abram se llamaba Saray, y la mujer de Najor, Milká, hija de Harán, el padre de Milká y de Jiská.
30 Saray era estéril, sin hijos.
31 Téraj tomó a su hijo Abram, a su nieto Lot, el hijo de Harán, y a su nuera Saray, la mujer de su hijo Abram, y salieron juntos de Ur de los caldeos, para dirigirse a Canaán. Llegados a Jarán, se establecieron allí.
32 Fueron los días de Téraj 205 años, y murió en Jarán.
 
Génesis 12
1 Yahveh dijo a Abram: «Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré.
2 De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición.
3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra.»
4 Marchó, pues, Abram, como se lo había dicho Yahveh, y con él marchó Lot. Tenía Abram 75 años cuando salió de Jarán.
5 Tomó Abram a Saray, su mujer, y a Lot, hijo de su hermano, con toda la hacienda que habían logrado, y el personal que habían adquirido en Jarán, y salieron para dirigirse a Canaán. Llegaron a Canaán,
6 y Abram atravesó el país hasta el lugar sagrado de Siquem, hasta la encina de Moré. Por entonces estaban los cananeos en el país.
7 Yahveh se apareció a Abram y le dijo: «A tu descendencia he de dar esta tierra.» Entonces él edificó allí un altar a Yahveh que se le había aparecido.
8 De allí pasó a la montaña, al oriente de Betel, y desplegó su tienda, entre Betel al occidente y Ay al oriente. Allí edificó un altar a Yahveh e invocó su nombre.
9 Luego Abram fue desplazándose por acampadas hacia el Négueb.
10 Hubo hambre en el país, y Abram bajó a Egipto a pasar allí una temporada, pues el hambre abrumaba al país.
11 Estando ya próximo a entrar en Egipto, dijo a su mujer Saray: «Mira, yo sé que eres mujer hermosa.
12 En cuanto te vean los egipcios, dirán: “Es su mujer”, y me matarán a mí, y a ti te dejarán viva.
13 Di, por favor, que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por causa tuya, y viva yo en gracia a ti.»
14 Efectivamente cuando Abram entró en Egipto, vieron los egipcios que la mujer era muy hermosa.
15 Viéronla los oficiales de Faraón, los cuales se la ponderaron, y la mujer fue llevada al palacio de Faraón.
16 Este trató bien por causa de ella a Abram, que tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, siervas, asnas y camellos.
17 Pero Yahveh hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas por lo de Saray, la mujer de Abram.
18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: «¿Qué es lo que has hecho conmigo? ¿Por qué no me avisaste de que era tu mujer?
19 ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana”, de manera que yo la tomé por mujer? Ahora, pues, he ahí a tu mujer: toma y vete.»
20 Y Faraón ordenó a unos cuantos hombres que le despidieran a él, a su mujer y todo lo suyo.


Mateo 4
1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
2 Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre.
3 Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes.»
4 Mas él respondió: «Está escrito: = No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.» =
5 Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo,
6 y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: = A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» =
7 Jesús le dijo: «También está escrito: = No tentarás al Señor tu Dios.» =
8 Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria,
9 y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.»
10 Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: = Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto.» =
11 Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
12 Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.
13 Y dejando Nazará, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí;
14 para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:
15 = ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! =
16 = El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. =
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.»
18 Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores,
19 y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.»
20 Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.
21 Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó.
22 Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron.
23 Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
24 Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó.
25 Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...