jueves, 28 de junio de 2018

Isaías 7-9

Isaías 7
1 En tiempo de Ajaz, hijo de Jotam, hijo de Ozías, rey de Judá, subió Rasón, rey de Aram, con Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, a Jerusalén para atacarla, más no pudieron hacerlo.
2 La casa de David había recibido este aviso: «Aram se ha unido con Efraím», y se estremeció el corazón del rey y  el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque por el viento.
3 Entonces Yahveh dijo a Isaías: «Ea, sal con tu hijo Sear Yasub al final del caño de la alberca superior, por la calzada del campo del Batanero, al encuentro de Ajaz,
4 y dile: «¡Alerta, pero ten calma! No temas, ni desmaye tu corazón por ese par de cabos de tizones humeantes,
5 ya que Aram, Efraím y el hijo de Remalías han maquinado tu ruina diciendo:
6 Subamos contra Judá y desmembrémoslo, abramos brecha en él y pongamos allí por rey al hijo de Tabel.”
7 Así ha dicho el Señor Yahveh: No se mantendrá, ni será así;
8 porque la capital de Aram es Damasco, y el cabeza de Damasco, Rasón; Pues bien: dentro de sesenta y cinco años, Efraím dejará de ser pueblo.
9 La capital de Efraím es Samaría, y el cabeza de Samaría, el hijo de Remalías. Si no os afirmáis en mí no seréis firmes.»
10 Volvió Yahveh a hablar a Ajaz diciendo:
11 «Pide para ti una señal de Yahveh tu Dios en lo profundo del seol o en lo más alto.»
12 Dijo Ajaz: «No la pediré, no tentaré a Yahveh.»
13 Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios?
14 Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
15 Cuajada y miel comerá hasta que sepa rehusar lo malo y elegir lo bueno.
16 Porque antes que sepa el niño rehusar lo malo y elegir lo bueno, será abandonado el territorio cuyos dos reyes te dan miedo.
17 Yahveh atraerá sobre ti y sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días cuales no los hubo desde aquel en que se apartó Efraím de Judá (el rey de Asur).
18 Aquel día silbará Yahveh al enjambre que hay en los confines de los ríos de Egipto, y a las abejas que hay en tierra de Asur;
19 vendrán y se posarán todas ellas en las quebradas, en los resquicios de las peñas, en todas las corrientes y en todos los arroyos.
20 Aquel día rapará el Señor con navaja alquilada allende el Río, con el rey de Asur, la cabeza y el vello de las piernas y también la barba afeitará,  
21 Aquel día criará cada uno una novilla y un par de ovejas.
22 Y así de tanto dar leche, comerá cuajada, porque «cuajada y miel comerá todo el que quedare dentro del país».
23 Aquel día, cualquier lugar donde antes hubo mil cepas por valor de mil piezas de plata, será de la zarza y el abrojo.
24 Con flechas y arco se entrará allí, pues zarza y abrojo será toda la tierra,
25 y en ninguno de los montes que se desbrozan con la azada se podrá entrar por temor de las zarzas y abrojos; será dehesa de bueyes y pastizal de ovejas.»
 
Isaías 8
1 Yahveh me dijo: «Toma una placa grande, escribe en ella con buril: de Maher Salal Jas Baz,
2 y toma por fieles testigos míos al sacerdote Urías y a Zacarías, hijo de Baraquías.»
3 Me acerqué a la profetisa, que concibió y dio a luz un hijo, Yahveh me dijo: «Llámale Maher Salal Jas Baz,
4 pues antes que sepa el niño decir “papá” y “mamá”, la riqueza de Damasco y el botín de Samaría serán llevados ante el rey de Asur.»
5 Volvió Yahveh a hablarme de nuevo:
6 «Porque ha rehusado ese pueblo las aguas de Siloé que van de vagar y se ha desmoralizado ante Rasón y el hijo de Remalías,
7 por lo mismo, he aquí que el Señor hace subir contra ellos las aguas del Río embravecidas y copiosas. Desbordará por todos sus cauces, (el rey de Asur y todo su esplendor) invadirá todas sus riberas.
8 Seguirá por Judá anegando a su paso, hasta llegar al cuello. Y la envergadura de sus alas abarcará la anchura de tu tierra, Emmanuel.
9 Sabedlo, pueblos: seréis destrozados; escuchad, confines todos de la tierra; en guardia: seréis destrozados; en guardia: seréis destrozados.
10 Trazad un plan: fracasará. Decid una palabra: no se cumplirá. Porque con nosotros está Dios.
11 Pues así me ha dicho Yahveh cuando me tomó de la mano y me apartó de seguir por el camino de ese pueblo:
12 No llaméis conspiración a lo que ese pueblo llama conspiración, ni temáis ni tembléis de lo que él teme.
13 A Yahveh Sebaot, a ése tened por santo, sea él vuestro temor y él vuestro temblor.
14 Será un santuario y piedra de tropiezo y peña de escándalo para entrambas Casas de Israel; lazo y trampa para los moradores de Jerusalén.
15 Allí tropezarán muchos, caerán, se estrellarán y serán atrapados y presos.
16 Envuelve el testimonio, sella la enseñanza entre mis discípulos.
17 Aguardaré por Yahveh, el que vela su faz de la casa de Jacob, y esperaré por él.
18 Aquí estamos yo y los hijos que me ha dado Yahveh, por señales y pruebas en Israel, de parte de Yahveh Sebaot, el que reside en el monte Sión.
19 Y cuando os dijeren: «Consultad a los nigromantes y a los adivinos que bisbisean y murmujean; ¿es que no consulta un pueblo a sus dioses, por los vivos a los muertos?»:
20 en pro de la enseñanza y el testimonio ¡Vaya si dirán cosa tal! Lo que no tiene provecho.
21 Pasará por allí lacerado y hambriento, y así que le dé el hambre, se enojará y faltará a su rey y a su Dios. Volverá el rostro a lo alto,
22 la tierra oteará, y sólo habrá cerrazón y negrura, lobreguez prieta y tiniebla espesa.
23 Pues, ¿no hay lobreguez para quien tiene apretura? Como el tiempo primero ultrajó a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, así el postrero honró el camino  del mar, allende el Jordán, el distrito de los Gentiles.
 
Isaías 9
1 El pueblo que andaba a oscuras
2 vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras, una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.
3 Porque el yugo que les pesaba y la pinga de su hombro - la vara de su tirano - has roto, como el día de Madián.
4 Porque toda bota que taconea con ruido, y el manto rebozado en sangre serán para la quema, pasto del fuego.
5 Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro, y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz».
6 Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso.
7 Una palabra ha proferido el Señor en Jacob, y ha caído en Israel.
8 Sabedla, pueblo todo, Efraím y los habitantes de Samaría, los que con arrogancia y engreimiento dicen:
9 «Los ladrillos han caído, pero de sillar edificaremos; los sicómoros fueron talados, pero por cedros los cambiaremos.»
10 Pues bien, Yahveh ha dado ventaja a su adversario, Rasón, y azuzó a sus enemigos:
11 Aram por delante y los filisteos por detrás, devoraron a Israel a boca llena. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.
12 Pero el pueblo no se volvió hacia el que le castigaba, no buscaron a Yahveh Sebaot.
13 Por eso ha cercenado Yahveh a Israel cabeza y cola, palmera y junco, en un mismo día.
14 El anciano y honorable es la cabeza, y el profeta impostor es la cola.
15 Los directores de este pueblo han resultado desviadores, y sus dirigidos, extraviados.
16 Por eso, de sus jóvenes no se apiadará el Señor, con sus huérfanos y viudas no tendrá misericordia, pues todos son impíos y malvados, y toda boca profiere majadería Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.
17 Porque ha ardido como fuego la maldad, zarza y espino devora, y va a prender en las espesuras del bosque: ya se estiran en columna de humo.
18 Por el arrebato de Yahveh la tierra ha sido quemada, y es el pueblo como pasto de fuego; nadie tiene piedad de su hermano,
19 Corta a diestra y queda con hambre, come a siniestra y no se sacia; cada uno se come la carne de su brazo.
20 Manasés devora a Efraím Efraím a Manasés, y ambos a una van contra Judá. Con todo eso no se ha calmado su ira, y aún sigue su mano extendida.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...