viernes, 5 de enero de 2018

1 Crónicas 10-12

1 Crónicas 10
1 Trabaron batalla los filisteos contra Israel; huyeron los hombres de Israel ante los filisteos, y cayeron heridos de muerte en el monte Gelboé.
2 Los filisteos apretaron de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, Abinadab y Malki Súa, hijos de Saúl.
3 El peso de la batalla cargó sobre Saúl, los arqueros le descubrieron y fue herido por los arqueros.
4 Dijo Saúl a su escudero: «Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y hagan mofa de mí.» Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella.
5 Viendo el escudero que Saúl había muerto, se arrojó, también él, sobre su espada y murió con él.
6 Así murió Saúl con sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
7 Viendo todos los hombres de Israel, que estaban en el valle, que las tropas de Israel se daban a la fuga y que  Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; vinieron los filisteos y se establecieron en ellas.
8 Al otro día vinieron los filisteos para despojar a los muertos, y encontraron a Saúl y a sus hijos caídos en el monte Gelboé.
9 Despojándole, se llevaron su cabeza y sus armas, y mandaron anunciar la buena nueva por el contorno del país de los filisteos, a sus dioses y al pueblo.
10 Depositaron sus armas en el templo de su dios y clavaron su cabeza en el templo de Dagón.
11 Supieron todos los habitantes de Yabés de Galaad lo que los filisteos habían hecho con Saúl,
12 se levantaron todos los valientes, tomaron el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos, y los llevaron a Yabés. Enterraron sus huesos bajo el tamarindo de Yabés, y ayunaron siete días.
13 Saúl murió a causa de la infidelidad que había cometido contra Yahveh, porque no guardó la palabra de Yahveh y también por haber interrogado y consultado a una nigromante,
14 en vez de consultar a Yahveh, por lo que le hizo morir, y transfirió el reino a David, hijo de Jesé.

1 Crónicas 11
1 Congregóse todo Israel en torno a David, en Hebrón, y dijeron: «Mira: hueso tuyo y carne tuya somos nosotros.
2 Ya de antes, cuando Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías las entradas y salidas de Israel; Yahveh, tu Dios, te ha dicho: “Tú apacentarás a mi pueblo Israel.”»
3 Vinieron todos los ancianos de Israel adonde el rey, a Hebrón; David hizo un pacto con ellos en Hebrón, en presencia de Yahveh; y ellos ungieron a David como rey sobre Israel, según la palabra que Yahveh había pronunciado por boca de Samuel.
4 Después marchó David con todo Israel contra Jerusalén, o sea, Jebús; los habitantes del país eran jebuseos.
5 Y decían los habitantes de Jebús a David: «No entrarás aquí.» Conquistó David la fortaleza de Sión, que es la Ciudad de David.
6 Y dijo David: «El que primero ataque al jebuseo, será jefe y capitán.» Subió el primero Joab, hijo de Sarvia, y pasó a ser jefe.
7 Se instaló David en la fortaleza; por eso la llamaron Ciudad de David.
8 Y edificó en derredor de la ciudad, tanto el Milló como la circunvalación; Joab restauró el resto de la ciudad.
9 David iba medrando, y Yahveh Sebaot estaba con él.
10 He aquí los jefes de los valientes que tenía David, y que, durante su reinado, se esforzaron con él y con todo Israel para hacerle reinar, conforme a la palabra de Yahveh respecto de Israel.
11 Esta es la lista de los héroes que tenía David: Yasobam, hijo de Jakmoní, jefe de los Treinta, que blandió su lanza e hizo más de trescientas bajas de una sola vez.
12 Después de él Eleazar, hijo de Dodó, el ajotita, que era uno de los Tres héroes.
13 Este estaba con David en Pas Dammim, donde los filisteos se habían concentrado para la batalla. Había allí una parcela toda de cebada, y el pueblo estaba ya huyendo delante de los filisteos,
14 pero él se apostó en medio de la parcela, la defendió y derrotó a los filisteos. Yahveh obró allí una gran victoria.
15 Tres de los Treinta bajaron a la peña de la cueva de Adullam, donde David, cuando los filisteos se hallaban acampados en el valle de los Refaím.
16 David estaba a la sazón en el refugio, mientras que una guarnición de filisteos ocupaba Belén.
17 Vínole a David un deseo y dijo: «¡Quién me diera a beber agua de la cisterna que hay a la puerta de Belén!»
18 Rompieron los Tres por el campamento de los filisteos, y sacaron agua de la cisterna que hay a la puerta de Belén, se la llevaron y se la ofrecieron a David, pero David no quiso beberla, sino que la derramó como libación a Yahveh,
19 diciendo: «¡Líbreme Dios de hacer tal cosa! ¿Voy a beber yo la sangre de estos hombres junto con sus vidas? Pues con riesgo de sus vidas la han traído.» Y no quiso beberla. Esto hicieron los Tres héroes.
20 Abisay, hermano de Joab, era el primero de los Treinta. Hirió con su lanza a trescientos hombres, y conquistó renombre entre los Treinta.
21 Fue más afamado que los Treinta, llegando a ser su capitán; pero no igualó a los Tres.
22 Benaías, hijo de Yehoyadá, hombre valeroso y pródigo en hazañas, de Cabseel, mató a los dos héroes de Moab; además bajó y mató a un león dentro de una cisterna, en un día de nieve.
23 Mató también a un egipcio que tenía cinco codos de altura; tenía el egipcio una lanza en su mano del tamaño de un enjullo de tejedor, pero Benaías bajó contra él con un bastón, arrancó la lanza de la mano del egipcio, y con su misma lanza le mató.
24 Esto hizo Benaías, hijo de Yehoyadá, y se conquistó renombre entre los Tres héroes.
25 Fue muy famoso entre los Treinta, pero no igualó a los Tres; David le hizo jefe de su guardia personal.
26 Los valientes esforzados fueron: Asahel, hermano de Joab; Eljanán, hijo de Dodó, de Belén;
27 Sammot, de Harod; Jeles, el pelonita;
28 Irá, hijo de Iqqués, de Técoa; Abiézer, de Anatot;
29 Sibbekay, de Jusá; Ilay, el ajotita;
30 Mahray, de Netofá; Jéled, hijo de Baaná, de Netofá;
31 Itay, hijo de Ribay, de Guibeá, de los hijos de Benjamín; Benaías, de Piratón;
32 Juray, de los torrentes de Gaás; Abiel, el arbatita;
33 Azmávet, de Bajurim; Elyajabá, de Saalbón;
34 Bené Hasem, el guizonita; Jonatán, hijo de Sagué, de Arar;
35 Ajiam, hijo de Sakar, el ararita; Elifélet, hijo de Ur;
36 Jéfer, de Mekerá; Ajías, el pelonita;
37 Jesró, de Carmelo; Naaray, hijo de Ezbay;
38 Joel, hermano de Natán; Mibjar, hijo de Agrí;
39 Sélecq, el ammonita; Najray, de Berot, escudero de Joab, hijo de Sarvia;
40 Irá, de Yattir; Gareb, de Yattir;
41 Urías, el hitita; Zabad, hijo de Ajlay;
42 Adiná, hijo de Sizá, el rubenita, jefe de los rubenitas, y con él treinta;
43 Janán, hijo de Maaká; Josafat, el mitnita;
44 Uzzías, de Astarot: Sama y Yeiel, hijos de Jotam, de Aroer;
45 Yediael, hijo de Simrí; Jojá, su hermano, el tisita.
46 Eliel, el majavita; Yeribay y Yosavías, hijos de Elnaam; Yitmá, el moabita;
47 Eliel, Obed y Yaasiel, de Sobá.

1 Crónicas 12
1 Estos son los que vinieron donde David, a Siquelag, cuando estaba retenido lejos de Saúl, hijo de Quis. Estaban también entre los valientes que le ayudaron en la guerra.
2 Manejaban el arco con la derecha y con la izquierda, lanzando piedras y flechas con el arco. De los hermanos de Saúl el benjaminita:
3 Ajiézer, el jefe, y Joás, hijos de Semaá de Guibeá; Yeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beraká y Jehú, de Anatot;
4 Yismaías, de Gabaón, valeroso entre los Treinta y jefe de los mismos;
5 Jeremías, Yajaziel, Yojanán, Yozabad, de Guederot;
6 Eluzay, Yerimot, Bealías, Semarías y Sefatías, de Jarif;
7 Elcaná, Isaías, Azarel, Yoézer, Yasobam, coreítas;
8 Yoelá y Zebadías, hijos de Yerojam, de Guedor.
9 Y hubo también gaditas que se pasaron a David en el desierto, guerreros valientes, hombres de guerra, preparados para el combate, diestros con el escudo y la lanza. Sus rostros, como rostros de león, y ligeros como la gacela salvaje.
10 Su jefe era Ezer; Obadías, el segundo; Eliab, el tercero;
11 Masmanná, el cuarto; Yirmeyá, el quinto;
12 Attay, el sexto; Eliel, el séptimo;
13 Yojanán, el octavo; Elzabad, el noveno;
14 Jeremías, el décimo; Makbannay, el undécimo;
15 estos eran, entre los hijos de Gad, jefes del ejército; el menor mandaba sobre cien, y el mayor sobre mil.
16 Estos fueron los que atravesaron el Jordán en el mes primero, cuando suele desbordarse por todas sus riberas,  y pusieron en fuga a todos los habitantes de los valles, a oriente y occidente.
17 También vinieron al refugio, donde estaba David, algunos de los hijos de Benjamín y Judá.
18 Presentóse David delante de ellos y les dijo: «Si venís a mí en son de paz para ayudarme, mi corazón irá a una con vosotros; pero si es para engañarme en favor de mis enemigos, sin que hubiere violencia en mis manos, ¡véalo el Dios de nuestros padres y lo castigue!»
19 Entonces el espíritu revistió a Amasay, jefe de los Treinta: «¡A ti, David! ¡Contigo, hijo de Jesé! ¡Paz, paz a ti! ¡Y paz a los que te ayuden, pues tu Dios te ayuda a ti!» David los recibió y los puso entre los jefes de las tropas.
20 También de Manasés se pasaron algunos a David, cuando éste iba con los filisteos a la guerra contra Saúl, aunque no les ayudaron, porque los tiranos de los filisteos, habido consejo, le despidieron, diciendo: «Se pasará a Saúl, su señor, con nuestras cabezas.»
21 Cuando regresó a Siquelag, pasáronse a él algunos de los hijos de Manasés: Adná, Yozabad, Yediel, Miguel, Yozabad, Elihú y Silletay, jefes de millares de Manasés.
22 Estos ayudaron a David al frente de algunas partidas, pues todos eran hombres valientes y llegaron a ser jefes  en el ejército.
23 Cada día, en efecto, acudía gente a David para ayudarle, hasta que el campamento llegó a ser grande, como un campamento de Dios.
24 Este es el número de los guerreros preparados para la guerra que vinieron donde David, a Hebrón, para transferirle el reino de Saúl, conforme a la orden de Yahveh.
25 De los hijos de Judá, llevando escudo y lanza, 6.800, armados para la guerra.
26 De los hijos de Simeón, hombres valerosos para la guerra, 7.100.
27 De los hijos de Leví, 4.600.
28 Yehoyadá, príncipe de los hijos de Aarón, con otros 3.700.
29 Sadoq, joven y valeroso, con veintidós jefes de su casa paterna.
30 De los hijos de Benjamín, hermano de Saúl, 3.000; hasta entonces la mayor parte de ellos habían permanecido fieles a la casa de Saúl.
31 De los hijos de Efraím, 20.800 hombres valientes, famosos en sus casas paternas.
32 De la media tribu de Manasés, 18.000, nominalmente designados para ir a proclamar rey a David.
33 De los hijos de Isacar, duchos en discernir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, 200 jefes, y todos sus hermanos bajo sus órdenes.
34 De Zabulón, 50.000 aptos para salir a campaña, preparados para la batalla, provistos de todas las armas de guerra, audaces en la lucha, con corazón entero.
35 De Neftalí, 1.000 jefes, y con ellos 37.000 hombres con escudo y lanza.
36 De los danitas, preparados para la batalla, 28.600.
37 De Aser, aptos para salir a campaña y preparados para la batalla, 40.000.
38 Y de Transjordania, de los rubenitas, de los gaditas y de la media tribu de Manasés, provistos de todos los pertrechos de guerra para la batalla, 120.000.
39 Todos estos hombres de guerra, formados en orden de batalla, vinieron a Hebrón con corazón entero para proclamar a David rey sobre todo Israel; y los demás israelitas estaban unánimes en hacer rey a David.
40 Permanecieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos les proveían.
41 Además, los que estaban cerca y hasta de Isacar, Zabulón y Neftalí traían víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; provisiones de harina, tortas de higos y pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abundancia; pues reinaba la alegría en Israel.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...