lunes, 30 de abril de 2018

Proverbios 22-24; Efesios 4

Proverbios 22
1 Más vale buen nombre que muchas riquezas, y mejor es favor que plata y oro.
2 El rico y el pobre se encuentran, a los dos los hizo Yahveh.
3 El hombre precavido ve el mal y se esconde, los simples pasan y reciben castigo.
4 Premio de la humildad, el temor de Yahveh, la riqueza, el honor y la vida.
5 Espinas y lazos en la senda del malo, el que cuida de su vida, se aleja de ellos.
6 Instruye al joven según sus disposiciones, que luego, de viejo, no se apartará de ellas.

7 El rico domina a los pobres, el deudor es esclavo de su acreedor.
8 Quien siembra injusticia cosecha miserias y la vara de su cólera desaparecerá.
9 El de buena intención será bendito, porque da de su pan al débil.
10 Expulsa al arrogante y se irá el litigio, y pleitos e injurias cesarán.
11 El que ama los corazones puros, el de gracia en los labios, es amigo del rey.
12 Los ojos de Yahveh custodian la ciencia, pero confunden las palabras del pérfido.
13 El perezoso dice: «Hay fuera un león; voy a ser muerto en medio de la calle.»
14 Fosa profunda la boca de las mujeres ajenas: aquel contra el que Yahveh se aíra, caerá en ella.
15 La necedad está enraizada en el corazón del joven, la vara de la instrucción lo alejará de ella.
16 El que oprime a un débil, lo engrandece; el que da a un rico, llega a empobrecerlo.
17 Presta oído y escucha las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi ciencia,
18 porque te será dulce guardarlas en tu seno, y tener todas a punto en tus labios.
19 Para que esté en Yahveh tu confianza también a ti hoy te enseñaré.
20 ¿No he escrito para ti treinta capítulos de consejos y ciencia,
21 para hacerte conocer la certeza de las palabras verdaderas, y puedas responder palabras verdaderas a quien te envíe?
22 No despojes al débil, porque es débil, y no aplastes al desdichado en la puerta,
23 porque Yahveh defenderá su causa y despojará de la vida a los despojadores.
24 No tomes por compañero a un hombre airado, ni vayas con un hombre violento,
25 no sea que aprendas sus senderos, y te encuentres con un lazo para tu vida.
26 No seas de los que chocan la mano, y salen fiadores de préstamos:
27 porque si no tienes con qué pagar, te tomarán el lecho en que te acuestas.
28 No desplaces el lindero antiguo que tus padres pusieron.
29 ¿Has visto un hombre hábil en su oficio? Se colocará al servicio de los reyes. No quedará al servicio de gentes oscuras.

Proverbios 23
1 Si te sientas a comer con poderoso, mira bien al que está frente a ti;
 2 pon un cuchillo a tu garganta si eres hombre de apetito;
 3 no desees sus manjares, porque es alimento engañoso.
 4 No te fatigues por enriquecerte, deja de pensar en ello.
5 Pones tus ojos en ello y no hay nada. Porque se hace alas como águila, y se vuela hasta el cielo.
6 No comas pan con hombre de malas intenciones, ni desees sus manjares.
7 Porque, según lo que calcula en su interior, te dice: «¡Come y bebe!», pero su corazón no está contigo.
8 Nada más comer lo vomitarías y tus palabras amables serían tu ruina.
9 A oídos de necio no hables, porque se burlará de la prudencia de tus dichos.
10 No desplaces el lindero antiguo, no entres en el campo de los huérfanos,
11 porque su vengador es poderoso, y defendería su pleito contra ti.
12 Aplica tu corazón a la instrucción, y tus oídos a las palabras de la ciencia.
13 No ahorres corrección al niño, que no se va a morir porque le castigues con la vara.
14 Con la vara le castigarás y librarás su alma del seol.
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, se alegrará también mi corazón,
16 y exultarán mis riñones al decir tus labios cosas rectas.
17 No envidie tu corazón a los pecadores, más bien en el temor de Yahveh permanezca todo el día,

18 porque hay un mañana, y tu esperanza no será aniquilada.
19 Escucha, hijo, y serás sabio, y endereza tu corazón por el camino...
20 No seas de los que se emborrachan de vino, ni de los que se ahítan de carne,
21 porque borracho y glotón se empobrecen y el sopor se viste de harapos.
22 Escucha a tu padre, que él te engendró, y no desprecies a tu madre por ser vieja.
23 Adquiere la verdad y no la vendas: la sabiduría, la instrucción, la inteligencia.
24 El padre del justo rebosa de gozo, quien engendra un sabio por él se regocija.
25 Se alegrarán tu padre y tu madre, y gozará la que te ha engendrado.
26 Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos hallen deleite en mis caminos.
27 Fosa profunda es la prostituta, pozo angosto la mujer extraña.
28 También ella como ladrón pone emboscadas, y multiplica entre los hombres los traidores.
29 ¿Para quién las «Desgracias»? ¿para quién los «Ayes»? ¿para quién los litigios? ¿para quién los lloros? ¿para quién los golpes sin motivo? ¿para quién los ojos turbios?
30 Para los que se eternizan con el vino, los que van en busca de vinos mezclados.
31 No mires el vino: ¡Qué buen color tiene! ¡cómo brinca en la copa! ¡qué bien entra!
32 Pero, a la postre, como serpiente muerde, como víbora pica.
33 Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón hablará sin ton ni son.
34 Estarás como acostado en el corazón del mar, o acostado en la punta de un mástil.
35 «Me han golpeado, pero no estoy enfermo; me han tundido a palos, pero no lo he sentido, ¿Cuándo me despertaré...?, me lo seguiré preguntando.»

Proverbios 24
1 No tengas envidia de los malos, no desees estar con ellos,
2 porque su corazón trama violencias, y sus labios hablan de desgracias.
3 Con la sabiduría se construye una casa, y con la prudencia se afianza;
4 con la ciencia se llenan los cilleros de todo bien precioso y deseable.
5 El varón sabio está fuerte, el hombre de ciencia fortalece su vigor;
6 porque con sabios consejos harás la guerra, y en la abundancia de consejeros está el éxito.
7 Muy alta está la sabiduría para el necio: no abre su boca en la puerta.
8 Al que piensa en hacer mal, se le llama maestro en intrigas.
9 La necedad sólo maquina pecados, el arrogante es abominable a los hombres.
10 Si te dejas abatir el día de la angustia, angosta es tu fuerza.
11 Libra a los que son llevados a la muerte, y a los conducidos al suplicio ¡si los pudieras retener!
12 Si dices: «Mira que no lo sabíamos», ¿acaso el que pesa los corazones no comprende? ¿el que vigila tu alma, no lo sabe? El da a cada hombre según sus obras.
13 Come miel, hijo mío, porque es buena. Panal de miel es dulce a tu paladar.
14 Pues sábete que así será la sabiduría para tu alma, y si la hallas, hay un mañana, y tu esperanza no será aniquilada.
15 No pongas, malvado, asechanzas en la mansión del justo, no hagas violencia a su morada.
16 Que siete veces cae el justo, pero se levanta, mientras los malos se hunden en la desgracia.
17 No te alegres por la caída de tu enemigo, no se goce tu corazón cuando se hunde;

18 no sea que lo vea Yahveh y le desagrade, y aparte de él su ira.
19 No te enfurezcas por causa de los malvados, ni tengas envidia de los malos.
20 Porque para el malvado no hay un mañana: la lámpara de los malos se extinguirá.
21 Teme, hijo mío, a Yahveh y al rey, no te relaciones con los innovadores,
22 porque al instante surgirá su calamidad, y ¿quién sabe el castigo que pueden ambos dar?
23 También esto pertenece a los sabios: Hacer acepción de personas en el juicio no está bien.
24 Al que dice al malo: «Eres justo», le maldicen los pueblos y le detestan las naciones;
25 los que los castigan, viven felices, y viene sobre ellos la bendición del bien.
26 Besa en los labios, el que responde con franqueza.
27 Ordena tus trabajos de fuera y prepara tus faenas en el campo; y después puedes construirte tu casa.
28 No des testimonio, en vano, contra tu prójimo, ni engañes con tus labios.
29 No digas: «Como él me ha hecho a mí, le haré yo a él, daré a cada uno según sus obras.»
30 He pasado junto al campo de un perezoso, y junto a la viña de un hombre insensato,
31 y estaba todo invadido de ortigas, los cardos cubrían el suelo, la cerca de piedras estaba derruída.
32 Al verlo, medité en mi corazón, al contemplarlo aprendí la lección:
33 «Un poco dormir, otro poco dormitar, otro poco tumbarse con los brazos cruzados
34 y llegará, como vagabundo, tu miseria y como un mendigo tu pobreza.»

Efesios 4
1 Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados,
2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor,
3 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz.
4 Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados.
5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
7 A cada uno de nosotros le ha sido concedido el favor divino a la medida de los dones de Cristo.
8 Por eso dice: = Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres. =
9 ¿Qué quiere decir «subió» sino que también bajó a las regiones inferiores de la tierra?
10 Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.
11 El mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros,
12 para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo,
13 hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo.
14 Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error,
15 antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo,
16 de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición  según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para su  edificación en el amor.
17 Os digo, pues, esto y os conjuro en el Señor, que no viváis ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente,
18 sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza
19 los cuales, habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas.
20 Pero no es éste el Cristo que vosotros habéis aprendido,
21 si es que habéis oído hablar de él y en él habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús
22 a despojaros, en cuanto a vuestra vida anterior, del hombre viejo que se corrompe siguiendo la seducción de las  concupiscencias,
23 a renovar el espíritu de vuestra mente,
24 y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por tanto, desechando la mentira, = hablad con verdad cada cual con su prójimo, = pues somos miembros los unos  de los otros.
26 = Si os airáis, no pequéis; = no se ponga el sol mientras estéis airados,
27 ni deis ocasión al Diablo.
28 El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe  al que se halle en necesidad.
29 No salga de vuestra boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el  bien a los que os escuchen.
30 No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención.
31 Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros.
32 Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo.

domingo, 29 de abril de 2018

Proverbios 19-21; Efesios 3

Proverbios 19
1 Mejor es el pobre que camina en su integridad que el de labios perversos y además necio.
2 Tampoco es bueno el afán cuando falta la ciencia, el de pies precipitados se extravía.
3 La necedad del hombre pervierte su camino, y luego en su corazón se irrita contra Yahveh.
4 La riqueza multiplica los amigos, pero el pobre de su amigo es separado.
5 El testigo falso no quedará impune, el que profiere mentiras no escapará.
6 Son numerosos los que halagan al noble, todos son amigos del hombre que da.
7 Los hermanos del pobre le odian todos, ¡cuánto más se alejarán de él los amigos! Persigue palabras, pero no hay.
8 El que adquiere cordura se ama a sí mismo, el que sigue la prudencia, hallará la dicha.
9 El testigo falso no quedará impune, el que profiere mentiras perecerá.
10 No sienta bien al necio vivir en delicias, y menos al siervo dominar a los príncipes.
11 La prudencia del hombre domina su ira, y su gloria es dejar pasar una ofensa.
12 Como rugido de león la indignación del rey, su favor, como rocío sobre la hierba.
13 El hijo necio, calamidad para su padre, goteo sin fin las querellas de mujer.
14 Casa y fortuna se heredan de los padres, mujer prudente viene de Yahveh.
15 La pereza hunde en el sopor, el alma indolente pasará hambre.
16 Quien guarda los mandatos se guarda a sí mismo, quien desprecia sus caminos morirá.
17 Quien se apiada del débil, presta a Yahveh, el cual le dará su recompensa.
18 Mientras hay esperanza corrige a tu hijo, pero no te excites hasta hacerle morir.
19 El iracundo carga con la multa; pues si le perdonas, se la tendrás que aumentar.
20 Escucha el consejo, acoge la corrección, para llegar, por fin, a ser sabio.
21 Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahveh se realiza.
22 Lo que se desea en un hombre es la bondad, más vale un pobre que un mentiroso.
23 El temor de Yahveh es para vida, vive satisfecho sin ser visitado por el mal.
24 El perezoso hunde la mano en el plato, y no es capaz ni de llevarla a la boca.
25 Golpea al arrogante y el simple se volverá sensato; reprende al inteligente y alcanzará el saber.
26 El que despoja a su padre y expulsa a su madre, es hijo infamante y desvergonzado.
27 Deja ya, hijo, de escuchar la instrucción, y de apartarte de las palabras de la ciencia.
28 El testigo malvado se burla del derecho; la boca de los malos devora iniquidad.
29 Los castigos están hechos para los arrogantes; y los golpes para la espalda de los necios.

Proverbios 20
1 Arrogante es el vino, tumultuosa la bebida; quien en ellas se pierde, no llegará a sabio.
2 Como rugido de león la indignación del rey, el que la excita, se daña a sí mismo.
3 Es gloria para el hombre apartarse de litigios, pero todo necio se sale de sí.
4 A partir del otoño, el perezoso no trabaja, en la cosecha busca, pero no hay nada.
5 El consejo en el corazón del hombre es agua profunda, el hombre inteligente sabrá sacarla.
6 Muchos hombres se dicen piadosos; pero un hombre fiel, ¿quién lo encontrará?
7 El justo camina en la integridad; ¡dichosos sus hijos después de él!
8 Un rey sentado en el tribunal disipa con sus ojos todo mal.
9 ¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado?»
10 Dos pesos y dos medidas, ambas cosas aborrece Yahveh.
11 Incluso en sus acciones da el muchacho a conocer si sus obras serán puras y rectas.

12 El oído que oye y el ojo que ve; ambas cosas las hizo Yahveh.
13 No ames el sueño, para no hacerte pobre; ten abiertos los ojos y te hartarás de pan.
14 «¡Malo, malo!» dice el comprador, pero al marchar se felicita.
15 Hay oro y numerosas perlas, pero los labios instruidos son la cosa más preciosa.
16 Tómale su vestido, pues salió fiador de otro; tómale prenda por los extraños.
17 El pan de fraude le es dulce al hombre, pero luego la boca se llena de grava.
18 Los proyectos con el consejo se afianzan: haz con táctica la guerra.
19 El que anda murmurando descubre secretos; no andes con quien tiene la lengua suelta.
20 Al que maldice a su padre y a su madre, se le extinguirá su lámpara en medio de tinieblas.
21 Herencia adquirida al principio con presteza, no será a la postre bendecida.
22 No digas: «Voy a devolver el mal»; confía en Yahveh, que te salvará.
23 Tener dos pesas lo abomina Yahveh; tener balanzas falsas no está bien.
24 De Yahveh dependen los pasos del hombre: ¿cómo puede el hombre comprender su camino?
25 Lazo es para el hombre pronunciar a la ligera: «¡Sagrado!» y después de haber hecho el voto reflexionar.
26 Un rey sabio aventa a los malos y hace pasar su rueda sobre ellos.
27 Lámpara de Yahveh es el hálito del hombre que explora hasta el fondo de su ser.
28 Bondad y lealtad custodian al rey, fundamenta su trono en la bondad.
29 El vigor es la belleza de los jóvenes, las canas el ornato de los viejos.
30 Las cicatrices de las heridas son remedio contra el mal, los golpes curan hasta el fondo de las entrañas.

Proverbios 21
1 Corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Yahveh, que él dirige donde quiere.
2 Al hombre le parecen rectos todos sus caminos, pero es Yahveh quien pesa los corazones.
3 Practicar la justicia y la equidad, es mejor ante Yahveh que el sacrificio.
4 Ojos altivos, corazón arrogante, antorcha de malvados, es pecado.
5 Los proyectos del diligente, todo son ganancia; para el que se precipita, todo es indigencia.
6 Hacer tesoros con lengua engañosa, es vanidad fugitiva de quienes buscan la muerte.
7 La violencia de los malos los domina, porque se niegan a practicar la equidad.
8 Tortuoso es el camino del hombre criminal, pero el puro es recto en sus obras.
9 Mejor es vivir en la esquina del terrado, que casa en común con mujer litigiosa.
10 El alma del malvado desea el mal, su vecino no halla gracia a sus ojos.
11 Cuando se castiga al arrogante, el simple se hace sabio; cuando se instruye al sabio, adquiere ciencia.
12 El Justo observa la casa del malvado, y arroja a los malvados a la desgracia.
13 Quien cierra los oídos a las súplicas del débil clamará también él y no hallará respuesta.
14 Regalo a escondidas, aplaca la cólera, y obsequio oculto, la ira violenta.
15 Alegría para el justo es el cumplimiento de la justicia, pero horror para los que hacen el mal.
16 El hombre que se aparta del camino de la prudencia reposará en la asamblea de las sombras.
17 Se arruina el hombre que ama el placer, no será rico el aficionado a banquetes.
18 Rescate del justo es el malo, y en lugar de los rectos, el traidor.
19 Mejor es habitar en el desierto que con mujer litigiosa y triste.
20 Tesoro precioso y aceite en la casa del sabio, pero el hombre necio los devora.
21 Quien va tras la justicia y el amor hallará vida, justicia y honor.
22 El sabio escala la ciudad de los fuertes, y derriba la fortaleza en que confiaban.

23 El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de la angustia.
24 Al insolente y altivo se le llama: «arrogante»; actúa en el exceso de su insolencia.
25 El deseo del perezoso le lleva a la muerte, porque sus manos rehúsan el trabajo.
26 Todo el día está el malo codicioso; pero el justo da sin rehusar jamás.
27 El sacrificio de los malos es abominable, sobre todo si se ofrece con mala intención.
28 El testigo falso perecerá, el hombre que escucha, por siempre podrá hablar.

29 El hombre malo se muestra atrevido, el recto afianza su camino.
30 No hay sabiduría, ni hay prudencia ni hay consejo, delante de Yahveh.
31 Se prepara el caballo para el día del combate, pero la victoria es de Yahveh.

Efesios 3
1 Por lo cual yo, Pablo, el prisionero de Cristo por vosotros los gentiles...
2 si es que conocéis la misión de la gracia que Dios me concedió en orden a vosotros:
3 cómo me fue comunicado por una revelación el conocimiento del Misterio, tal como brevemente acabo de exponeros.
4 Según esto, leyéndolo podéis entender mi conocimiento del Misterio de Cristo;
5 Misterio que en generaciones pasadas no fue dado a conocer a los hombres, como ha sido ahora revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
6 que los gentiles sois coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partícipes de la misma Promesa en Cristo Jesús por  medio del Evangelio,
7 del cual he llegado a ser ministro, conforme al don de la gracia de Dios a mí concedida por la fuerza de su poder.
8 A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la inescrutable  riqueza de Cristo,
9 y esclarecer cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas,
10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia,
11 conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús, Señor nuestro,
12 quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios.
13 Por lo cual os ruego no os desaniméis a causa de las tribulaciones que por vosotros padezco, pues ellas son vuestra gloria.
14 Por eso doblo mis rodillas ante el Padre,
15 de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra,
16 para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior,
17 que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor,
18 podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad,
19 y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud  de Dios.
20 A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,
21 a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.

sábado, 28 de abril de 2018

Proverbios 16-18; Efesios 2

Proverbios 16
1 Al hombre, los planes del corazón; pero de Yahveh, la respuesta.
2 Al hombre le parecen puros todos sus caminos, pero Yahveh pondera los espíritus.
3 Encomienda tus obras a Yahveh y tus proyectos se llevarán a cabo.
4 Todas las obras de Yahveh tienen su propio fin, hasta el malvado, para el día del mal
5 Yahveh abomina al de corazón altivo, de cierto no quedará impune.
6 Con amor y lealtad se expía la falta; con el temor de Yahveh se evita el mal.
7 Cuando Yahveh se complace en la conducta de un hombre. hasta a sus enemigos los reconcilia con él.
8 Más vale poco, con justicia, que mucha renta sin equidad.
9 El corazón del hombre medita su camino, pero es Yahveh quien asegura sus pasos
10 Oráculo en los labios del rey: en el juicio no comete falta su boca.
11 De Yahveh son la balanza y los platillos justos, todas las pesas del saco son obra suya.
12 Los reyes aborrecen las malas acciones, pues su trono en la justicia se afianza.
13 El favor del rey para los labios justos; y ama al que habla rectamente.
14 El furor del rey es mensajero de muerte; pero el hombre sabio lo apacigua.
15 Si el rostro del rey se ilumina, hay vida; su favor es como nube de lluvia tardía.
16 Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro; adquirir inteligencia es preferible a la plata.
17 La calzada de los rectos es apartarse del mal; el que atiende a su camino, guarda su alma.

18 La arrogancia precede a la ruina; el espíritu altivo a la caída.
19 Mejor es ser humilde con los pobres que participar en el botín con los soberbios.
20 El que está atento a la palabra encontrará la dicha, el que confía en Yahveh será feliz.
21 Al de corazón sabio, se le llama inteligente, la dulzura de labios aumenta el saber.
22 La prudencia es fuente de vida para el que la tiene, el castigo de los necios es la necedad.
23 El corazón del sabio hace circunspecta su boca, y aumenta el saber de sus labios.
24 Palabras suaves, panal de miel: dulces al alma, saludables al cuerpo.
25 Hay caminos que parecen rectos, pero al cabo son caminos de muerte.
26 El ansia del trabajador para él trabaja, pues le empuja el hambre de su boca.
27 El hombre malvado trama el mal, tiene en los labios como un fuego ardiente.
28 El hombre perverso provoca querellas, el delator divide a los amigos.
29 El hombre violento seduce al vecino, y le hace ir por camino no bueno.
30 Quien cierra los ojos es para meditar maldades, el que se muerde los labios, ha consumado el mal.
31 Cabellos blancos son corona de honor; y en el camino de la justicia se la encuentra.
32 Más vale el hombre paciente que el héroe, el dueño de sí que el conquistador de ciudades.
33 Se echan las suertes en el seno, pero la decisión viene de Yahveh.

Proverbios 17
1 Mejor es un mendrugo de pan a secas, pero con tranquilidad, que casa llena de sacrificios de discordia.
2 El siervo prudente prevalece sobre el hijo sin honra; tendrá, con los hermanos, parte en la herencia.
3 Crisol para la plata, horno para el oro; los corazones, Yahveh mismo los prueba.
4 El malo está atento a los labios inicuos, el mentiroso presta oído a la lengua perversa.
5 Quien se burla de un pobre, ultraja a su Hacedor, quien se ríe de la desgracia no quedará impune.
6 Corona de los ancianos son los hijos de los hijos; los padres son el honor de los hijos.
7 Al necio no le sienta un lenguaje pulido, y aún menos al noble un hablar engañoso.
8 El obsequio es un talismán, para el que puede hacerlo; dondequiera que vaya, tiene éxito.
9 El que cubre un delito, se gana una amistad el que propala cosas, divide a los amigos.
10 Más afecta un reproche a un hombre inteligente que cien golpes a un necio.
11 El malvado sólo busca rebeliones, pero le será enviado un cruel mensajero.
12 Mejor topar con osa privada de sus cachorros que con tonto en su necedad.
13 Si uno devuelve mal por bien no se alejará la desdicha de su casa.
14 Entablar proceso es dar curso libre a las aguas; interrúmpelo antes de que se extienda.
15 Justificar al malo y condenar al justo; ambas cosas abomina Yahveh.
16 ¿De qué sirve la riqueza en manos del necio? ¿Para adquirir sabiduría, siendo un insensato?
17 El amigo ama en toda ocasión, el hermano nace para tiempo de angustia.
18 Es hombre insensato el que choca la mano y sale fiador de su vecino.
19 El que ama el pecado, ama los golpes, el que es altanero, busca la ruina.
20 El de corazón pervertido, no hallará la dicha; el de lengua doble caerá en desgracia.
21 El que engendra un necio, es para su mal; no tendrá alegría el padre del insensato.
22 El corazón alegre mejora la salud; el espíritu abatido seca los huesos.
23 El malo acepta regalos en su seno, para torcer las sendas del derecho.
24 Ante el hombre inteligente está la sabiduría, los ojos del necio en los confines de la tierra.
25 Hijo necio, tristeza de su padre, y amargura de la que lo engendró.
26 No es bueno poner multa al justo, golpear a los nobles es contra derecho.
27 El que retiene sus palabras es conocedor de la ciencia, el de sangre fría es hombre inteligente.
28 Hasta al necio, si calla, se le tiene por sabio, por inteligente, si cierra los labios.

Proverbios 18
1 El que vive apartado, busca su capricho, se enfada por cualquier consejo.
2 El necio no halla gusto en la prudencia, sino en manifestar su corazón.
3 Cuando llega la maldad, también llega el desprecio; y con la afrenta viene la ignominia.
4 Las palabras en la boca del hombre son aguas profundas: torrente desbordado, fuente de sabiduría.
5 No es bueno tener miramientos con el malo, para quitar, en el juicio, la razón al justo.
6 Los labios del necio se meten en el proceso, y su boca llama a los golpes.
7 La boca del necio es su ruina, y sus labios una trampa para su vida.
8 Las palabras del delator son golosinas, que bajan hasta el fondo de las entrañas.
9 El que es perezoso en el trabajo, es hermano del que destruye.
10 El nombre de Yahveh es torre fuerte, a ella corre el justo y no es alcanzado.
11 La fortuna del rico es su plaza fuerte; como muralla inexpugnable, en su opinión.
12 El corazón humano se engríe antes de la ruina, y delante de la gloria va la humildad.
13 Si uno responde antes de escuchar eso es para él necedad y confusión.
14 El ánimo del hombre lo sostiene en su enfermedad; pero perdido el ánimo, ¿quién lo levantará?
15 Corazón inteligente adquiere ciencia, el oído de los sabios busca la ciencia.
16 El regalo de un hombre todo se lo allana, y le lleva hasta la presencia de los grandes.
17 Parece justo el primero que pleitea; mas llega su contendiente y lo pone al descubierto.
18 Las suertes ponen fin a los litigios y deciden entre los poderosos.
19 Un hermano ofendido es peor que una plaza fuerte, y las querellas son como cerrojos de ciudadela.
20 Con el fruto de la boca sacia el hombre su vientre, con los frutos de sus labios se sacia.
21 Muerte y vida están en poder de la lengua, el que la ama comerá su fruto.

22 Quien halló mujer, halló cosa buena, y alcanzó favor de Yahveh.
23 El pobre habla suplicando, pero el rico responde con dureza.
24 Hay amigos que causan la ruina, y hay quien ama con más apego que un hermano.

Efesios 2
1 Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales vivisteis en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa en los rebeldes...
3 entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo  las apetencias de la carne y de los malos pensamientos, destinados por naturaleza, como los demás, a la Cólera...
4 Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amo,
5 estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido salvados -
6 y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús,
7 a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios;
9 tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe.
10 En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios  que practicáramos.
11 Así que, recordad cómo en otro tiempo vosotros, los gentiles según la carne, llamados = incircuncisos = por la que se llama = circuncisión = - por una operación practicada en la carne -,
12 estabais a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la Promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13 Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estabais lejos, habéis llegado a estar cerca por la sangre de Cristo.
14 Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad,
15 anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo  Hombre Nuevo, haciendo la paz,
16 y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad.
17 Vino a anunciar la paz: = paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca. =
18 Pues por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu.
19 Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,
20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo,
21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor,
22 en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de Dios en el Espíritu.

viernes, 27 de abril de 2018

Proverbios 13-15

Proverbios 13
1 El hijo sabio atiende a la instrucción de su padre, el arrogante no escucha la reprensión.
2 Con el fruto de su boca, come el hombre lo que es bueno, pero el alma de los pérfidos se nutre de violencia.
3 Quien vigila su boca, guarda su vida; quien abre sus labios, busca su ruina.
4 Tiene hambre el perezoso, mas no se cumple su deseo; el deseo de los diligentes queda satisfecho.
5 El justo odia la palabra mentirosa, pero el malo infama y deshonra.
6 La justicia guarda al íntegro en su camino, mas la maldad arruina al pecador.
7 Hay quien se hace el rico y nada tiene, hay quien se hace el pobre y tiene gran fortuna.
8 El precio de la vida de un hombre es su riqueza; pero el pobre no hace caso a la amenaza.
9 La luz de los justos alegremente luce, la lámpara de los malos se apaga.
10 La insolencia sólo disputas proporciona; con los que admiten consejos está la sabiduría.
11 Fortuna rápida, vendrá a menos, quien junta poco a poco, irá en aumento.
12 Espera prolongada enferma el corazón; árbol de vida es el deseo cumplido.
13 Quien desprecia la palabra se perderá, quien respeta el mandato se salvará.
14 La lección del sabio es fuente de vida, para sortear las trampas de la muerte.
15 Una gran prudencia alcanza favor, el camino de los pérfidos no tiene fin,
16 Todo hombre cauto obra con conocimiento, el tonto ostenta su necedad.
17 Mensajero perverso cae en desgracia, mensajero leal trae la curación.
18 Miseria e ignominia al que rechaza la instrucción, gloria al que acepta la reprensión.
19 Deseo cumplido, dulzura para el alma, los necios detestan abandonar el mal.
20 El que anda con los sabios será sabio; quien frecuenta los necios se hará malo.
21 A los pecadores los persigue la desgracia, los justos son colmados de dicha.
22 El hombre de bien deja herencia a los hijos de sus hijos, al justo se reserva la riqueza del pecador.
23 Las roturas de los pobres dan mucho de comer; pero hay perdición cuando falta justicia.
24 Quien escatima la vara, odia a su hijo, quien le tiene amor, le castiga.
25 Come el justo y queda satisfecho, pero el vientre de los malos pasa necesidad.

Proverbios 14
1 La Sabiduría edifica su casa; le Necedad con sus manos la destruye.
2 Quien anda en rectitud, teme a Yahveh; el de torcido camino le desprecia.
3 En la boca del necio hay una raíz de orgullo, pero los labios de los sabios los protegen.
4 Donde no hay bueyes, pesebre vacío; cosecha abundante con la fuerza del toro.
5 Testigo veraz no miente, testigo falso respira mentiras.
6 Busca el arrogante la sabiduría pero en vano, al inteligente la ciencia le es fácil.

7 Apártate del hombre necio, pues no conocerías labios doctos.
8 Sabiduría del cauto es atender a su conducta, la necedad de los tontos es engaño.
9 De los necios se aparta el sacrificio expiatorio, pero entre los rectos se encuentra el favor de Dios.
10 El corazón conoce su propia amargura, y con ningún extraño comparte su alegría.
11 La casa de los malos será destruida, la tienda de los rectos florecerá.
12 Hay caminos que parecen rectos, pero, al cabo, son caminos de muerte.
13 También en el reír padece el corazón, y al cabo la alegría es dolor.
14 El perverso de corazón está satisfecho de su conducta, y el hombre de bien, de sus obras.
15 El simple cree cuanto se dice, el cauto medita sus propios pasos.
16 El sabio teme el mal y de él se aparta, el necio es presuntuoso y confiado.
17 El de genio pronto, hace necedades, el hombre artero es odiado.
18 La herencia de los simples es la necedad, los cautos son coronados de ciencia.
19 Los malos se postran ante los buenos, los malvados a la puerta de los justos.
20 Incluso a su vecino es odioso el pobre, pero son muchos los amigos del rico.
21 Quien desprecia a su vecino comete pecado; dichoso el que tiene piedad de los pobres.
22 ¿No andan extraviados los que planean el mal?; amor y lealtad a los que planean el bien.
23 Todo trabajo produce abundancia, la charlatanería sólo indigencia.
24 Corona de los sabios es la riqueza, la necedad de los insensatos es necedad.
25 Salvador de vidas es el testigo veraz, quien profiere mentira es un impostor.
26 El temor de Yahveh es seguridad inexpugnable; sus hijos tendrán en él refugio.
27 El temor de Yahveh es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte.
28 Pueblo numeroso, gloria del rey; pueblo escaso, ruina del príncipe.
29 El tardo a la ira tiene gran prudencia, el de genio pronto pone de manifiesto su necedad
30 El corazón manso es vida del cuerpo; la envidia es caries de los huesos.
31 Quien oprime al débil, ultraja a su Hacedor; mas el que se apiada del pobre, le da gloria.
32 El malo es derribado por su propia malicia, el justo en su integridad halla refugio.
33 En corazón inteligente descansa la sabiduría, en el corazón de los necios no es conocida.
34 La justicia eleva a las naciones, el pecado es la vergüenza de los pueblos.
35 El favor del rey para el siervo prudente; y su cólera para el que le avergüenza.

Proverbios 15
1 Una respuesta suave calma el furor, una palabra hiriente aumenta la ira.
2 La lengua de los sabios hace agradable la ciencia, la boca de los insensatos esparce necedad.
3 En todo lugar, los ojos de Yahveh, observando a los malos y a los buenos.
4 Lengua mansa, árbol de vida, lengua perversa rompe el alma.
5 El tonto desprecia la corrección de su padre; quien sigue la reprensión es cauto.
6 La casa del justo abunda en riquezas, en las rentas del malo no falta inquietud.
7 Los labios de los sabios siembran ciencia, pero no así el corazón de los necios.
8 Yahveh abomina el sacrificio de los malos; la oración de los rectos alcanza su favor.
9 Yahveh abomina el camino malo; y ama al que va tras la justicia.
10 Corrección severa a quien deja el camino; el que odia la reprensión perecerá.
11 Seol y Perdición están ante Yahveh: ¡cuánto más los corazones de los hombres!
12 El arrogante no quiere ser reprendido, no va junto a los sabios.
13 Corazón alegre hace buena cara, corazón en pena deprime el espíritu.
14 Corazón inteligente busca la ciencia, los labios de los necios se alimentan de necedad.
15 Todos los días del pobre son malos, para el corazón dichoso, banquetes sin fin.
16 Mejor es poco con temor de Yahveh, que gran tesoro con inquietud.
17 Más vale un plato de legumbres, con cariño, que un buey cebado, con odio.
18 El hombre violento provoca disputas, el tardo a la ira aplaca las querellas.
19 El camino del perezoso es como un seto de espinos. la senda de los rectos es llana.
20 El hijo sabio es la alegría de su padre, el hombre necio desprecia a su madre.
21 La necedad alegra al insensato, el hombre inteligente camina en derechura.
22 Donde no hay consultas, los planes fracasan; con muchos consejeros, se llevan a cabo.
23 El hombre halla alegría en la respuesta de su boca; una palabra a tiempo, ¡qué cosa más buena!
24 Camino de la vida, hacia arriba, para el sabio, para que se aparte del seol, que está abajo.
25 La casa de los soberbios la destruye Yahveh, y mantiene en pie los linderos de la viuda.
26 Yahveh abomina los proyectos perversos; pero son puras las palabras agradables.
27 Quien se da al robo, perturba su casa, quien odia los regalos, vivirá.
28 El corazón del justo recapacita para responder, la boca de los malos esparce maldades.
29 Yahveh se aleja de los malos, y escucha la plegaria de los justos.
30 Una mirada luminosa alegra el corazón, una buena noticia reanima el vigor.
31 Oído que escucha reprensión saludable, tiene su morada entre los sabios.
32 Quien desatiende la corrección se desprecia a sí mismo, quien escucha la reprensión adquiere sensatez.
33 El temor de Yahveh instruye en sabiduría: y delante de la gloria va la humildad.

jueves, 26 de abril de 2018

Proverbios 10-12

Proverbios 10
1 = Proverbios de Salomón. = El hijo sabio es la alegría de su padre, el hijo necio entristece a su madre.
2 Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte.
3 Yahveh no permite que el justo pase hambre, pero rechaza la codicia de los malos.
4 Mano indolente empobrece, la mano de los diligentes enriquece.
5 Amontonar en verano es de hombre sensato, dormirse en la cosecha es de hombre indigno.
6 Bendiciones sobre la cabeza del justo; pero la boca de los impíos rezuma violencia.
7 El recuerdo del justo sirve de bendición; el nombre de los malos se pudre.
8 El sensato de corazón acepta los mandatos, el hombre charlatán corre a su ruina.
9 Quien va a derecho, va seguro, quien va con rodeos es descubierto.
10 El que guiña de ojos, dará disgustos, quien reprende a la cara, proporciona paz.
11 Manantial de vida la boca del justo; la boca de los impíos rezuma violencia.

12 El odio provoca discusiones, el amor cubre todas las faltas.
13 En labios del inteligente se encuentra sabiduría, palo a las espaldas del falto de seso.
14 Los sabios atesoran conocimiento, la boca del necio es ruina inmediata.
15 La fortuna del rico es su plaza fuerte, la ruina de los débiles es su pobreza.
16 El salario del justo es para vivir, la renta del malo es para pecar.
17 Camina hacia la vida el que guarda las instrucciones; quien desatiende la reprensión se extravía.
18 Los labios mentirosos disimulan el odio; quien profiere una calumnia es un necio.
19 En las muchas palabras no faltará pecado; quien reprime sus labios es sensato.
20 Plata elegida es la lengua del justo, el corazón de los malos vale poco.
21 Los labios del justo apacientan a muchos, los insensatos mueren en su falta de seso.
22 La bendición de Yahveh es la que enriquece, y nada le añade el trabajo a que obliga.
23 Como un juego es para el necio cometer el crimen, la sabiduría lo es para el hombre inteligente.
24 Lo que teme el malo, eso le sucede, lo que el justo desea, se le da.
25 Cuando pasa la tormenta, ya no existe el malo, mas el justo es construcción eterna.
26 Vinagre para los dientes y humo para los ojos: así es el perezoso para quien lo envía.
27 El temor de Yahveh prolonga los días, los años de los malos son acortados.
28 La espera de los justos es alegría, la esperanza de los malos fracasará.
29 Fortaleza es para el íntegro la senda de Yahveh; pero ruina para los malhechores.
30 Jamás el justo será conmovido, pero los malos no habitarán la tierra.
31 La boca del justo da frutos de sabiduría, la lengua perversa será cortada.
32 Los labios del justo saben de benevolencia; la boca de los malos, de perversidad.

Proverbios 11
1 Abominación de Yahveh la balanza falsa, pero el peso justo gana su favor.
2 Detrás de la insolencia viene el insulto; mas con los modosos está la sabiduría.
3 A los rectos su integridad les guía; a los pérfidos les arruina su perversidad.
4 Nada servirán riquezas el día de la ira, mas la justicia libra de la muerte.
5 A los íntegros su justicia les allana el camino, pero el malo cae en su malicia.
6 A los rectos les salva su justicia, los pérfidos en su codicia son atrapados.
7 En la muerte del malo se esfuma su esperanza, la confianza en las riquezas se desvanece.
8 El justo es librado de la angustia, y el malo viene a ocupar su lugar.
9 Con la boca el impío pierde a su vecino, por la ciencia se libran los justos.
10 Con el bien de los justos la ciudad se regocija, con la perdición de los malos grita de alegría.
11 Con la bendición de los rectos, se levanta la ciudad; la boca de los malos la destruye.
12 Quien desprecia a su vecino es un insensato; el hombre discreto se calla.
13 El que anda calumniando descubre secretos, el de espíritu leal oculta las cosas.
14 Donde no hay buen gobierno, el pueblo se hunde; abundancia de consejeros, trae salvación.
15 El mal se busca quien avala al desconocido, quien no es amigo de chocar la mano está seguro.
16 Mujer graciosa consigue honor, y los audaces consiguen la riqueza.
17 A sí mismo se beneficia el que es compasivo, a sí mismo se perjudica el hombre cruel.
18 El malo consigue un jornal falso; el que siembra justicia, un salario verdadero.
19 Al que establece justicia, la vida, al que obra el mal, la muerte.
20 A los de corazón torcido abomina Yahveh; a los de camino intachable da su favor.
21 De cierto que el malo no quedará impune, mas la raza de los justos quedará a salvo.
22 Anillo de oro en nariz de un puerco, mujer hermosa pero sin gusto.
23 El deseo de los justos es sólo el bien, la esperanza de los malos, la ira.
24 Hay quien gasta y todavía va a más; y hay quien ahorra en demasía sólo para venir a menos.
25 El alma generosa será colmada, y el que sacia a otro la sed, también será saciado.
26 El pueblo maldice al que acapara trigo; bendición para la cabeza del que vende.
27 Quien busca el bien, se procura favor, quien va tras el mal, le saldrá al encuentro.
28 Quien confía en su riqueza, ése caerá, los justos brotarán como follaje.
29 Quien desordena su casa, hereda viento, el insensato será esclavo del sabio.
30 El fruto del justo es un árbol de vida; cautivador de las almas es el sabio.
31 Si el justo recibe su recompensa en la tierra, ¡cuánto más el pecador y el malo!

Proverbios 12
1 El que ama la instrucción ama la ciencia, el que odia la reprensión es tonto.
2 El bueno obtiene el favor de Yahveh; pero él condena al hombre taimado.
3 Nadie se afianza por la maldad, la raíz de los justos no vacilará.
4 Mujer virtuosa, corona del marido, mujer desvergonzada, caries en los huesos.
5 Las intenciones de los justos son equidad, los planes de los malos, son engaño.
6 Las palabras de los malos son trampas sangrientas, pero a los rectos su boca los pone a salvo.
7 Derribados los malos, no existen ya más, mas la casa de los justos permanece.
8 Se alaba al hombre según su prudencia, el de corazón torcido será despreciado.
9 Más vale hombre sencillo que tiene un esclavo, que hombre glorioso a quien falta el pan.
10 El justo se cuida de su ganado, pero las entrañas de los malos son crueles.
11 Quien cultiva su tierra se hartará de pan, quien persigue naderías es un insensato.
12 El placer del impío está en la maquinación de los malvados, pero la raíz de los justos producirá.
13 En el delito de los labios hay una trampa fatal, pero el justo saldrá de la angustia.
14 Por el fruto de su boca, se harta de bien el hombre, cada cual recibe el salario de sus obras.
15 El necio tiene por recto su camino, pero el sabio escucha los consejos.
16 El necio, al momento descubre su pena, el prudente oculta la ignominia.
17 Quien declara la verdad, descubre la justicia; el testigo mentiroso, la falsedad.
18 Quien habla sin tino, hiere como espada; mas la lengua de los sabios cura.
19 Los labios sinceros permanecen por siempre, la lengua mentirosa dura un instante.
20 Fraude en el corazón de quien trama el mal; gozo para los que aconsejan paz.
21 Ninguna desgracia le sucede al justo, pero los malos están llenos de miserias.
22 Los labios mentirosos abomina Yahveh; los que practican la verdad alcanzan su favor.
23 El hombre cauto oculta su ciencia, el corazón del insensato proclama su necedad.
24 La mano diligente obtiene el mando; la flojedad acaba en trabajos forzados.
25 Ansiedad en el corazón deprime al hombre, pero una palabra buena le causa alegría.
26 El justo enseña el camino a su prójimo, el camino de los malos los extravía.
27 El indolente no pone a asar su caza; la diligencia es la mejor fortuna del hombre.
28 En la senda de la justicia está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte.

miércoles, 25 de abril de 2018

Proverbios 7-9; Efesios 1

Proverbios 7
1 Guarda, hijo mío, mis palabras, conserva como un tesoro mis mandatos.
2 Guarda mis mandamientos y vivirás; sea mi lección como la niña de tus ojos.
3 Átalos a tus dedos, escríbelos en la tablilla de tu corazón.  
4 Dile a la sabiduría: «Tú eres mi hermana», llama pariente a la inteligencia,
5 para que te guarde de la mujer ajena, de la extraña de palabras melosas.
6 Estaba yo a la ventana de mi casa y miraba a través de las celosías,
7 cuando ví, en el grupo de los simples, distinguí entre los muchachos a un joven falto de juicio:
8 pasaba por la calle, junto a la esquina donde ella vivía, iba camino de su casa,
9 al atardecer, ya oscurecido, en lo negro de la noche y de las sombras.
10 De repente, le sale al paso una mujer, con atavío de ramera y astucia en el corazón.
11 Es alborotada y revoltosa, sus pies nunca paran en su casa.
12 Tan pronto en las calles como en las plazas, acecha por todas las esquinas.
13 Ella lo agarró y lo abrazó, y desvergonzada le dijo:
14 «Tenía que ofrecer un sacrificio de comunión y hoy he cumplido mi voto;
15 por eso he salido a tu encuentro para buscarte en seguida; y va te he encontrado.
16 He puesto en mi lecho cobertores policromos, lencería de Egipto,
17 con mirra mi cama he rociado, con áloes y cinamomo.
18 Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana, solacémonos los dos, entre caricias.
19 Porque no está el marido en casa, está de viaje muy lejos;
20 ha llevado en su mano la bolsa del dinero, volverá a casa para la luna llena.»
21 Con sus muchas artes lo seduce, lo rinde con el halago de sus labios.
22 Se va tras ella en seguida, como buey al matadero, como el ciervo atrapado en el cepo,
23 hasta que una flecha le atraviese el hígado; como pájaro que se precipita en la red, sin saber que le va en ello la vida.
24 Ahora pues, hijo mío, escúchame, pon atención a las palabras de mi boca:
25 no se desvíe tu corazón hacia sus caminos, no te descarríes por sus senderos,
26 porque a muchos ha hecho caer muertos, robustos eran todos los que ella mató.
27 Su morada es camino del seol, que baja hacia las cámaras de la muerte.

Proverbios 8
1 ¿No está llamando la Sabiduría? y la Prudencia, ¿no alza su voz?
2 En la cumbre de las colinas que hay sobre el camino, en los cruces de sendas se detiene;
3 junto a las puertas, a la salida de la ciudad, a la entrada de los portales, da sus voces:
4 «A vosotros, hombres, os llamo, para los hijos de hombre es mi voz.
5 Entended, simples, la prudencia y vosotros, necios, sed razonables.
6 Escuchad: voy a decir cosas importantes y es recto cuanto sale de mis labios.
7 Porque verdad es el susurro de mi boca y mis labios abominan la maldad.
8 Justos son todos los dichos de mi boca, nada hay en ellos astuto ni tortuoso.
9 Todos están abiertos para el inteligente y rectos para los que la ciencia han encontrado.
10 Recibid mi instrucción y no la plata, la ciencia más bien que el oro puro.
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas, ninguna cosa apetecible se le puede igualar.
12 «Yo, la Sabiduría, habito con la prudencia, yo he inventado la ciencia de la reflexión.
13 (El temor de Yahveh es odiar el mal.) La soberbia y la arrogancia y el camino malo y la boca torcida yo aborrezco.
14 Míos son el consejo y la habilidad, yo soy la inteligencia, mía es la fuerza.
15 Por mí los reyes reinan y los magistrados administran la justicia.
16 Por mí los príncipes gobiernan y los magnates, todos los jueces  justos.

17 Yo amo a los que me aman y los que me buscan me encontrarán.
18 Conmigo están la riqueza y la gloria, la fortuna sólida y la justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, que el oro puro, y mi renta mejor que la plata acrisolada.
20 Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad,
21 para repartir hacienda a los que me aman y así llenar sus arcas.»
22 «Yahveh me creó, primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas.
23 Desde la eternidad fui fundada, desde el principio, antes que la tierra.
24 Cuando no existían los abismos fui engendrada, cuando no había fuentes cargadas de agua.
25 Antes que los montes fuesen asentados, antes que las colinas, fui engendrada.
26 No había hecho aún la tierra ni los campos, ni el polvo primordial del orbe.
27 Cuando asentó los cielos, allí estaba yo, cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,
28 cuando arriba condensó las nubes, cuando afianzó las fuentes del abismo,
29 cuando al mar dio su precepto - y las aguas no rebasarán su orilla - cuando asentó los cimientos de la tierra,
30 yo estaba allí, como arquitecto, y era yo todos los días su delicia, jugando en su presencia en todo tiempo,
31 jugando por el orbe de su tierra; y mis delicias están con los hijos de los hombres.»
32 «Ahora pues, hijos, escuchadme, dichosos los que guardan mis caminos.

33 Escuchad la instrucción y haceos sabios, no la despreciéis.
34 Dichoso el hombre que me escucha velando ante mi puerta cada día, guardando las jambas de mi entrada.
35 Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de Yahveh.
36 Pero el que me ofende, hace daño a su alma; todos los que me odian, aman la muerte.»

Proverbios 9
1 La Sabiduría ha edificado una casa, ha labrado sus siete columnas,
2 ha hecho su matanza, ha mezclado su vino, ha aderezado también su mesa.
3 Ha mandado a sus criadas y anuncia en lo alto de las colinas de la ciudad:
4 «Si alguno es simple, véngase acá.» Y al falto de juicio le dice:
5 «Venid y comed de mi pan, bebed del vino que he mezclado;
6 dejaos de simplezas y viviréis, y dirigíos por los caminos de la inteligencia.»
7 El que corrige al arrogante se acarrea desprecio, y el que reprende al malvado, insultos.
8 No reprendas al arrogante, porque te aborrecerá; reprende al sabio, y te amará.
9 Da al sabio, y se hará más sabio todavía; enseña al justo, y crecerá su doctrina.
10 Comienzo de la sabiduría es el temor de Yahveh, y la ciencia de los santos es inteligencia.
11 Pues por mí se multiplicarán tus días y se aumentarán los años de tu vida.
12 Si te haces sabio, te haces sabio para tu provecho, y si arrogante, tú solo lo tendrás que pagar.
13 La mujer necia es alborotada, todo simpleza, no sabe nada.
14 Se sienta a la puerta de su casa, sobre un trono, en las colinas de la ciudad,
15 para llamar a los que pasan por el camino, a los que van derechos por sus sendas:
16 «Si alguno es simple, véngase acá» y al falto de juicio le dice:
17 «Son dulces las aguas robadas y el pan a escondidas es sabroso.»
18 No sabe el hombre que allí moran las Sombras; sus invitados van a los valles del seol.

EPÍSTOLA A LOS EFESIOS  
Efesios 1
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús.
2 Gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;
4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;
5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado.
7 En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia
8 que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano,
10 para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra.
11 A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,
12 para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo.
13 En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa,
14 que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria.
15 Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos,
16 no ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones,
17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente;
18 iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos,
19 y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa,
20 que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos,
21 por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero.
22 = Bajo sus pies sometió todas la cosas = y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia,
23 que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...