viernes, 6 de abril de 2018

Salmos 140-143

Salmo 140 (139)
(1) = Del maestro de coro. Salmo. De David. =
 1 (2) Líbrame, Yahveh, del hombre malo, del hombre violento guárdame,
 2 (3) los que en su corazón maquinan males, y peleas albergan todo el día,
 3 (4) aguzan su lengua igual que una serpiente, veneno de víbora hay bajo sus labios. = Pausa =
 4 (5) Presérvame, Yahveh, de las manos del impío, del hombre violento guárdame, los que proyectan trastornar mis pasos,
 5 (6) los insolentes que me han ocultado cepo y lazos, y tienden una red bajo mis pies, y al borde del sendero me han emplazado trampas. = Pausa. =

6 (7) Yo he dicho a Yahveh: Tú eres mi Dios, escucha, Yahveh, la voz de mis súplicas.
 7 (8) Oh Yahveh, Señor mío, fuerza de mi salvación, tú cubres mi cabeza el día del combate.
 8 (9) No otorgues, Yahveh, al impío su deseo, no dejes que su plan se realice. Los que me asedian no alcen sobre mí
 9 (10) su cabeza, = Pausa = ahóguelos la malicia de sus labios;
 10 (11) llueva sobre ellos carbones encendidos, en el abismo hundidos, no se levanten más;

11 (12) no arraigue más en la tierra el deslenguado. al violento lo atrape de golpe la desgracia.
 12 (13) Sé que Yahveh al humilde hará justicia, y llevará el juicio de los pobres.
 13 (14) Sí, los justos darán gracias a tu nombre, los rectos morarán en tu presencia.

Salmo 141 (140)
(1) = Salmo. De David. =
1 Yo te invoco, Yahveh, ven presto a mí, escucha mi voz cuando a ti clamo.
2 Valga ante ti mi oración como incienso, el alzar de mis manos como oblación de la tarde.
3 Pon, Yahveh, en mi boca un centinela, un vigía a la puerta de mis labios.
4 No dejes que tienda mi corazón a cosa mala, a perpetrar acciones criminales en compañía de malhechores, y no guste yo lo que hace sus delicias.
5 Que el justo me hiera por amor, y me corrija, pero el ungüento del impío jamás lustre mi cabeza, pues me comprometería aún más en sus maldades.
6 Han quedado a merced de la Roca, su juez, los que oyeron con regodeo mis palabras:
7 «Como piedra de molino estrellada por tierra son esparcidos nuestros huesos a la boca del seol.»
8 Hacia ti, Señor Yahveh, miran mis ojos, ¡en ti me cobijo, no desampares mi alma!
9 Guárdame del lazo que me tienden, de la trampa de los malhechores.

10 Caigan los impíos, cada uno en su red, mientras yo paso indemne.

Salmo 142 (141)
(1) = Poema. De David. Cuando estaba en la cueva. Oración. =
 1 (2) A Yahveh en mi clamor imploro. A Yahveh en mi clamor suplico.
 2 (3) Ante él derramo mi lamento, mi angustia ante él expongo,
 3 (4) cuando el aliento en mí se apaga; mas tú conoces mi sendero. En el camino por donde voy me han escondido un lazo.
 4 (5) A la derecha mira, y ve, nadie hay que me conozca. Huye de mí todo refugio, nadie hay que cuide de mi alma.

5 (6) Hacia ti clamo, Yahveh; digo: ¡Tú, mi refugio, mi porción en la tierra de los vivos!
 6 (7) Atiende a mi clamor, pues estoy abatido del todo. ¡Líbrame tú de mis perseguidores, pues son más fuertes que yo!
 7 (8) ¡Saca mi alma de la cárcel, y daré gracias a tu nombre! En torno a mí los justos harán corro, por tu favor para conmigo.

Salmo 143 (142)
(1) = Salmo. De David. =
1 Yahveh, escucha mi oración, presta oído a mis súplicas, por tu lealtad respóndeme, por tu justicia;
2 no entres en juicio con tu siervo, pues no es justo ante ti ningún viviente.
3 Persigue mi alma el enemigo, mi vida estrella contra el suelo; me hace morar en las tinieblas, como los que han muerto para siempre;
4 se apaga en mí el aliento, mi corazón dentro de mí enmudece.
5 Me acuerdo de los días de antaño, medito en todas tus acciones, pondero las obras de tus manos;
6 hacia ti mis manos tiendo, mi alma es como una tierra que tiene sed de ti. = Pausa. =
7 ¡Oh, pronto, respóndeme, Yahveh, el aliento me falta; no escondas lejos de mí tu rostro, pues sería yo como los que bajan a la fosa!
8 Haz que sienta tu amor a la mañana, porque confío en ti; hazme saber el camino a seguir, porque hacia ti levanto mi alma.
9 Líbrame de mis enemigos, Yahveh en ti me refugio;
10 enséñame a cumplir tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu espíritu que es bueno me guíe por una tierra llana.
11 Por tu nombre, Yahveh, dame la vida, por tu justicia saca mi alma de la angustia;
12 por tu amor aniquila a mis enemigos, pierde a todos los que oprimen mi alma, porque yo soy tu servidor.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...