domingo, 8 de abril de 2018

Salmos 148-151; 2 Corintios 7

Salmo 148
(1) ¡Aleluya!
1 ¡Alabad a Yahveh desde los cielos, alabadle en las alturas,
2 alabadle, ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle!
 3 ¡Alabadle, sol y luna, alabadle todas las estrellas de luz,
4 alabadle, cielos de los cielos, y aguas que estáis encima de los cielos!
5 Alaben ellos el nombre de Yahveh: pues él ordenó y fueron creados;
6 él los fijó por siempre, por los siglos, ley les dio que no pasará.
7 ¡Alabad a Yahveh desde la tierra, monstruos del mar y todos los abismos,
8 fuego y granizo, nieve y bruma, viento tempestuoso, ejecutor de su palabra,
 9 montañas y todas la colinas, árbol frutal y cedros todos,
 10 fieras y todos los ganados, reptil y pájaro que vuela,
11 reyes de la tierra y pueblos todos, príncipes y todos los jueces de la tierra,
12 jóvenes y doncellas también, viejos junto con los niños!
13 Alaben el nombre de Yahveh: porque sólo su nombre es sublime, su majestad por encima de la tierra y el cielo.
14 El realza la frente de su pueblo, de todos sus amigos alabanza, de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos.

Salmo 149
(1) ¡Aleluya!
1 ¡Cantad a Yahveh un cantar nuevo: su alabanza en la asamblea de sus amigos!
2 ¡Regocíjese Israel en su hacedor, los hijos de Sión exulten en su rey;
3 alaben su nombre con la danza, con tamboril y cítara salmodien para él!
4 Porque Yahveh en su pueblo se complace, adorna de salvación a los humildes.
5 Exalten de gloria sus amigos, desde su lecho griten de alegría:
6 los elogios de Dios en su garganta, y en su mano la espada de dos filos;

7 para ejecutar venganza en las naciones, castigos en los pueblos,
8 para atar con cadenas a sus reyes, con grillos de hierro a sus magnates,
9 para aplicarles la sentencia escrita: ¡será un honor para todos sus amigos!

Salmo 150
(1) ¡Aleluya!
1 Alabad a Dios en su santuario, alabadle en el firmamento de su fuerza,
2 alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza.
3 Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara,
4 alabadle con tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta,
5 alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de aclamación.
6 ¡Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!

Salmo 151

2 Corintios 7
1 Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios.
2 Dadnos lugar en vuestros corazones. A nadie hemos ofendido; a nadie hemos arruinado; a nadie hemos explotado.
3 No os digo esto con ánimo de condenaros. Pues acabo de deciros que en vida y muerte estáis unidos en mi corazón.
4 Tengo plena confianza en hablaros; estoy muy orgulloso de vosotros. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
5 Efectivamente, en llegando a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra carne, sino, toda suerte de tribulaciones: por  fuera, luchas; por dentro, temores.
6 Pero el Dios que consuela a los humillados, nos consoló con la llegada de Tito,
7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habíais proporcionado, comunicándonos vuestra añoranza, vuestro pesar, vuestro celo por mí hasta el punto de colmarme de alegría.
8 Porque si os entristecí con mi carta, no me pesa. Y si me pesó - pues veo que aquella carta os entristeció, aunque no fuera más que por un momento -
9 ahora me alegro. No por haberos entristecido, sino porque aquella tristeza os movió a arrepentimiento. Pues os  entristecisteis según Dios, de manera que de nuestra parte no habéis sufrido perjuicio alguno.
10 En efecto, la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte.
11 Mirad qué ha producido entre vosotros esa tristeza según Dios: ¡qué interés y qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué añoranza, qué celo, qué castigo! En todo habéis mostrado que erais inocentes en este asunto.
12 Así pues, si os escribí no fue a causa del que injurió, ni del que recibió la injuria. Fue para que se pusiera de manifiesto entre vosotros ante Dios vuestro interés por nosotros.
13 Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por  todos vosotros.
14 Y si en algo me he gloriado de vosotros ante él, no he quedado avergonzado. Antes bien, así como os hemos dicho  siempre la verdad, así también el motivo de nuestra gloria ante Tito ha resultado verdadero.
15 Y su corazón se inclina todavía más hacia vosotros al recordar la obediencia de todos vosotros y cómo le acogisteis  con temor y temblor.
16 Me alegro de poder confiar totalmente en vosotros.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...