martes, 6 de marzo de 2018

Salmos 25-28; Romanos 16

Salmo 25 (24)
(1) = De David =
1 = Alef. = A ti, Yahveh, levanto mi alma,
2 oh Dios mío. = Bet. = En ti confío, ¡no sea confundido, no triunfen de mí mis enemigos!
3 = Guimel. = No hay confusión para el que espera en ti, confusión sólo para el que traiciona sin motivo.
4 = Dálet. = Muéstrame tus caminos, Yahveh, enséñame tus sendas.
5 = He. = Guíame en tu verdad, enséñame, que tú eres el Dios de mi salvación. = (Vau) = En ti estoy esperando todo el día,
6 = Zain. = Acuérdate, Yahveh, de tu ternura, y de tu amor, que son de siempre.
7 = Jet. = De los pecados de mi juventud no te acuerdes, pero según tu amor, acuérdate de mí. por tu bondad, Yahveh.
8 = Tet. = Bueno y recto es Yahveh; por eso muestra a los pecadores el camino;
9 = Yod. = conduce en la justicia a los humildes, y a los pobres enseña su sendero.
10 = Kaf. = Todas las sendas de Yahveh son amor y verdad para quien guarda su alianza y sus dictámenes.
11 = Lámed. = Por tu nombre, oh Yahveh, perdona mi culpa, porque es grande.
12 = Mem. = Si hay un hombre que tema a Yahveh, él le indica el camino a seguir;
13 = Nun. = su alma mora en la felicidad, y su estirpe poseerá la tierra.
14 = Sámek. = El secreto de Yahveh es para quienes le temen, su alianza, para darles cordura.
15 = Ain. = Mis ojos están fijos en Yahveh, que él sacará mis pies del cepo.
16 = Pe. = Vuélvete a mí, tenme piedad, que estoy solo y desdichado.
17 = Sade. = Alivia los ahogos de mi corazón, hazme salir de mis angustias.
18 = (Qof.) = Ve mi aflicción y mi penar, quita todos mis pecados.
19 = Res. = Mira cuántos son mis enemigos, cuán violento el odio que me tienen.
20 = Sin. = Guarda mi alma, líbrame, no quede confundido, cuando en ti me cobijo.
21 = Tau. = Inocencia y rectitud me amparen, que en ti espero, Yahveh.
22 Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.

Salmo 26 (25)
(1) = De David. =
1 Hazme justicia, Yahveh, pues yo camino en mi entereza, me apoyo en Yahveh y no vacilo.
2 Escrútame, Yahveh, ponme a prueba, pasa al crisol mi conciencia y mi corazón;
 3 está tu amor delante de mis ojos, y en tu verdad camino.
 4 No voy a sentarme con los falsos, no ando con hipócritas;
5 odio la asamblea de malhechores, y al lado de los impíos no me siento.
6 Mis manos lavo en la inocencia y ando en torno a tu altar, Yahveh,
7 haciendo resonar la acción de gracias, todas tus maravillas pregonando;
8 amo, Yahveh, la belleza de tu Casa, el lugar de asiento de tu gloria.
9 No juntes mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios,
10 que tienen en sus manos la infamia, y su diestra repleta de soborno.
11 Yo, en cambio, camino en mi entereza; rescátame, ten piedad de mí;
12 mi pie está firme en suelo llano; a ti, Yahveh, bendeciré en las asambleas.

Salmo 27 (26)
(1) = De David. =
1 Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
2 Cuando se acercan contra mí los malhechores a devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
3 Aunque acampe contra mí un ejército, mi corazón no teme; aunque estalle una guerra contra mí, estoy seguro en ella.
4 Una cosa he pedido a Yahveh, una cosa estoy buscando: morar en la Casa de Yahveh, todos los días de mi vida, para gustar la dulzura de Yahveh y cuidar de su Templo.
5 Que él me dará cobijo en su cabaña en día de desdicha; me esconderá en lo oculto de su tienda, sobre una roca me levantará.
6 Y ahora se alza mi cabeza sobre mis enemigos que me hostigan; en su tienda voy a sacrificar. sacrificios de aclamación. Cantaré, salmodiaré a Yahveh.

7 Escucha, Yahveh, mi voz que clama, ¡tenme piedad, respóndeme!
8 Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro busco:
9 No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.
10 Si mi padre y mi madre me abandonan, Yahveh me acogerá.
11 Enséñame tu camino, Yahveh, guíame por senda llana, por causa de los que me asechan;
12 no me entregues al ansia de mis adversarios, pues se han alzado contra mí falsos testigos, que respiran violencia.
13 ¡Ay, si estuviera seguro de ver la bondad de Yahveh en la tierra de los vivos!
14 Espera en Yahveh, ten valor y firme corazón, espera en Yahveh.

Salmo 28 (27)
(1) = De David. =
1 Hacia ti clamo, Yahveh, roca mía, no estés mudo ante mí; no sea yo, ante tu silencio, igual que los que bajan a la fosa.
2 Oye la voz de mis plegarias, cuando grito hacia ti, cuando elevo mis manos, oh Yahveh, al santuario de tu santidad.
3 No me arrebates con los impíos, ni con los agentes de mal, que hablan de paz a su vecino, mas la maldad está en su corazón.
4 Dales, Yahveh, conforme a sus acciones, y a la malicia de sus hechos, según la obra de sus manos trátales, págales con su misma moneda.
5 Pues no comprenden los hechos de Yahveh, la obra de sus manos: ¡derríbelos él y no los rehabilite!
6 ¡Bendito sea Yahveh, que ha oído la voz de mis plegarias!
7 Yahveh mi fuerza, escudo mío, en él confió mi corazón y he recibido ayuda: mi carne de nuevo ha florecido, le doy gracias de todo corazón.
8 Yahveh, fuerza de su pueblo, fortaleza de salvación para su ungido.
9 Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, pastoréalos y llévalos por siempre. 

Romanos 16
1 Os recomiendo a Febe, nuestra hermana, diaconisa de la Iglesia de Cencreas.
2 Recibidla en el Señor de una manera digna de los santos, y asistidla en cualquier cosa que necesite de vosotros, pues ella ha sido protectora de muchos, incluso de mí mismo.
3 Saludad a Prisca y Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús.
4 Ellos expusieron sus cabezas para salvarme. Y no soy solo en agradecérselo, sino también todas las Iglesias de la gentilidad;
5 saludad también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saludad a mi querido Epéneto, primicias del Asia para Cristo.
6 Saludad a María, que se ha afanado mucho por vosotros.
7 Saludad a Andrónico y Junia, mis parientes y compañeros de prisión, ilustres entre los apóstoles, que llegaron  a Cristo antes que yo.
8 Saludad a Ampliato, mi amado en el Señor.
9 Saludad a Urbano, colaborador nuestro en Cristo; y a mi querido Estaquio.
10 Saludad a Apeles, que ha dado buenas pruebas de sí en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
11 Saludad a mi pariente Herodión. Saludad a los de la casa de Narciso, en el Señor.
12 Saludad a Trifena y a Trifosa, que se han fatigado en el Señor. Saludad a la amada Pérside, que trabajó mucho en el Señor.
13 Saludad a Rufo, el escogido del Señor; y a su madre, que lo es también mía.
14 Saludad a Asíncrito y Flegonta, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos.
15 Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, lo mismo que a Olimpas y a todos los santos que están con  ellos.
16 Saludaos los unos a los otros con el beso santo. Todas las Iglesias de Cristo os saludan.
17 Os ruego, hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos contra la doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos,
18 pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y, por medio de suaves palabras y lisonjas, seducen los corazones de los sencillos.
19 Vuestra obediencia se ha divulgado por todas partes; por lo cual, me alegro de vosotros. Pero quiero que seáis  ingeniosos para el bien e inocentes para el mal.
20 Y el Dios de la paz aplastará bien pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
21 Os saluda Timoteo, mi colaborador, lo mismo que Lucio, Jasón y Sosípatro, mis parientes.
22 Os saludo en el Señor yo, Tercio, que he escrito esta carta.
23 Os saluda Gayo, huésped mío y de toda la Iglesia.
25 Os saluda Erasto, cuestor de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano. A Aquel que puede consolidaros conforme al Evangelio mío y la predicación de Jesucristo: revelación de un Misterio mantenido en secreto durante siglos eternos,
26 pero manifestado al presente, por la Escrituras que lo predicen, por disposición del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles para obediencia de la fe,
27 a Dios, el único sabio, por Jesucristo, ¡a él la gloria por los siglos de los siglos! Amén.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...