jueves, 22 de marzo de 2018

Salmos 89-92

Salmo 89 (88)
(1) = Poema. De Etán el indígena. =
 1 (2) El amor de Yahveh por siempre cantaré, de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.
 2 (3) Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre, asentada en los cielos mi lealtad.
 3 (4) «Una alianza pacté con mi elegido, un juramento hice a mi siervo David:
 4 (5) Para siempre jamás he fundado tu estirpe, de edad en edad he erigido tu trono.» = Pausa. =
 5 (6) Los cielos celebran, Yahveh, tus maravillas, y tu lealtad en la asamblea de los santos.

6 (7) Porque ¿quién en las nubes es comparable a Yahveh, quién a Yahveh se iguala entre los hijos de los dioses?
 7 (8) Dios temible en el consejo de los santos, grande y terrible para toda su corte.
 8 (9) Yahveh, Dios Sebaot, ¿quién como tú?, poderoso eres, Yahveh, tu lealtad te circunda.
 9 (10) Tú domeñas el orgullo del mar, cuando sus olas se encrespan las reprimes;
 10 (11) tú machacaste a Ráhab lo mismo que a un cadáver, a tus enemigos dispersaste con tu potente brazo.

11 (12) Tuyo es el cielo, tuya también la tierra, el orbe y cuanto encierra tú fundaste;
 12 (13) tú creaste el norte y el mediodía, el Tabor y el Hermón exultan en tu nombre.
 13 (14) Tuyo es el brazo y su bravura, poderosa tu mano, sublime tu derecha;
 14 (15) Justicia y Derecho, la base de tu trono, Amor y Verdad ante tu rostro marchan.
 15 (16) Dichoso el pueblo que la aclamación conoce, a la luz de tu rostro caminan, oh Yahveh;
 16 (17) en tu nombre se alegran todo el día, en tu justicia se entusiasman.

17 (18) Pues tú eres el esplendor de su potencia, por tu favor exaltas nuestra frente;
 18 (19) sí, de Yahveh nuestro escudo; del Santo de Israel es nuestro rey.
 19 (20) Antaño hablaste tú en visión a tus amigos, y dijiste: «He prestado mi asistencia a un bravo, he exaltado a un elegido de mi pueblo.
 20 (21) «He encontrado a David mi servidor, con mi óleo santo le he ungido;
 21 (22) mi mano será firme para él, y mi brazo le hará fuerte.

22 (23) «No le ha de sorprender el enemigo, el hijo de iniquidad no le oprimirá;
 23 (24) yo aplastaré a sus adversarios ante él, heriré a los que le odian.
 24 (25) «Mi lealtad y mi amor irán con él, por mi nombre se exaltará su frente;
 25 (26) pondré su mano sobre el mar, sobre los ríos su derecha.
 26 (27) «El me invocará: ¡Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación!
 27 (28) Y yo haré de él el primogénito, el Altísimo entre los reyes de la tierra.

28 (29) «Le guardaré mi amor por siempre, y mi alianza será leal con él;
 29 (30) estableceré su estirpe para siempre, y su trono como los días de los cielos.
 30 (31) «Si sus hijos abandonan mi ley, y no siguen mis juicios,
 31 (32) si profanan mis preceptos, y mis mandamientos no observan,
 32 (33) «castigaré su rebelión con vara, y su culpa con azote,
 33 (34) mas no retiraré de él mi amor, en mi lealtad no fallaré.
 34 (35) «No violaré mi alianza, no cambiaré lo que sale de mis labios;

35 (36) una vez he jurado por mi santidad: ¡a David no he de mentir!
 36 (37) «Su estirpe durará por siempre, y su trono como el sol ante mí,
 37 (38) por siempre se mantendrá como la luna, testigo fiel en el cielo.» = Pausa. =
 38 (39) Pero tú has rechazado y despreciado, contra tu ungido te has enfurecido;
 39 (40) has desechado la alianza con tu siervo, has profanado por tierra su diadema.
 40 (41) Has hecho brecha en todos sus vallados, sus plazas fuertes en ruina has convertido;

41 (42) le han saqueado todos los transeúntes, se ha hecho el baldón de sus vecinos.
 42 (43) A sus adversarios la diestra has exaltado, a todos sus enemigos has llenado de gozo;
 43 (44) has embotado el filo de su espada, y no le has sostenido en el combate.
 44 (45) Le has quitado su cetro de esplendor, y su trono por tierra has derribado;
 45 (46) has abreviado los días de su juventud, le has cubierto de ignominia. = Pausa. =
 46 (47) ¿Hasta cuándo te esconderás, Yahveh? ¿arderá tu furor por siempre como fuego?

47 (48) Recuerda, Señor, qué es la existencia, para qué poco creaste a los hijos de Adán.
 48 (49) ¿Qué hombre podrá vivir sin ver la muerte, quién librará su alma de la garra del seol? = Pausa. =
 49 (50) ¿Dónde están tus primeros amores, Señor, que juraste a David por tu lealtad?
 50 (51) Acuérdate, Señor, del ultraje de tus siervos: cómo recibo en mi seno todos los dardos de los pueblos;
 51 (52) así ultrajan tus enemigos, Yahveh, así ultrajan las huellas de tu ungido.

52 (53) ¡Bendito sea Yahveh por siempre! ¡Amén! ¡Amén!

Salmo 90 (89)
(1) = Oración. De Moisés, hombre de Dios. =

1 Señor, tú has sido para nosotros un refugio de edad en edad.
2 Antes que los montes fuesen engendrados, antes que naciesen tierra y orbe, desde siempre hasta siempre tú eres Dios.
3 Tú al polvo reduces a los hombres, diciendo: «¡Tornad, hijos de Adán!»
4 Porque mil años a tus ojos son como el ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche.
5 Tú los sumerges en un sueño, a la mañana serán como hierba que brota;

6 por la mañana brota y florece, por la tarde se amustia y se seca.
7 Pues por tu cólera somos consumidos, por tu furor anonadados.
8 Has puesto nuestras culpas ante ti, a la luz de tu faz nuestras faltas secretas.
9 Bajo tu enojo declinan todos nuestros días, como un suspiro consumimos nuestros años.
10 Los años de nuestra vida son unos setenta, u ochenta, si hay vigor; mas son la mayor parte trabajo y vanidad, pues pasan presto y nosotros nos volamos.
11 ¿Quién conoce la fuerza de tu cólera, y, temiéndote, tu indignación?
12 ¡Enséñanos a contar nuestros días, para que entre la sabiduría en nuestro corazón!
13 ¡Vuelve, Yahveh! ¿Hasta cuándo? Ten piedad de tus siervos.
14 Sácianos de tu amor a la mañana, que exultemos y cantemos toda nuestra vida.
15 Devuélvenos en gozo los días que nos humillaste, los años en que desdicha conocimos.
16 ¡Que se vea tu obra con tus siervos, y tu esplendor sobre sus hijos!
17 ¡La dulzura del Señor sea con nosotros! ¡Confirma tú la acción de nuestras manos!

Salmo 91 (90)
1 El que mora en el secreto de Elyón pasa la noche a la sombra de Sadday,
2 diciendo a Yahveh: «¡Mi refugio y fortaleza, mi Dios, en quien confío!»
3 Que él te libra de la red del cazador, de la peste funesta;
4 con sus plumas te cubre, y bajo sus alas tienes un refugio: escudo y armadura es su verdad.
5 No temerás el terror de la noche, ni la saeta que de día vuela,
6 ni la peste que avanza en las tinieblas, ni el azote que devasta a mediodía.
7 Aunque a tu lado caigan mil y diez mil a tu diestra, a ti no ha de alcanzarte.
8 Basta con que mires con tus ojos, verás el galardón de los impíos,
9 tú que dices: «¡Mi refugio es Yahveh!», y tomas a Elyón por defensa.
10 No ha de alcanzarte el mal, ni la plaga se acercará a tu tienda;
11 que él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos.
12 Te llevarán ellos en sus manos, para que en piedra no tropiece tu pie;
13 pisarás sobre el león y la víbora, hollarás al leoncillo y al dragón.
14 Pues él se abraza a mí, yo he de librarle; le exaltaré, pues conoce mi nombre.
15 Me llamará y le responderé; estaré a su lado en la desgracia, le libraré y le glorificaré.
16 Hartura le daré de largos días, y haré que vea mi salvación.

Salmo 92 (91)
(1) = Salmo. Cántico. Para el día de sábado. =
 1 (2) Bueno es dar gracias a Yahveh, y salmodiar a tu nombre, Altísimo,
 2 (3) publicar tu amor por la mañana, y tu lealtad por las noches,
 3 (4) al son del arpa de diez cuerdas y la lira, con un susurro de cítara.
 4 (5) Pues con tus hechos, Yahveh, me regocijas, ante las obras de tus manos grito:
 5 (6) «¡Qué grandes son tus obras, Yahveh, qué hondos tus pensamientos!»

6 (7) El hombre estúpido no entiende, el insensato no comprende estas cosas.
 7 (8) Si brotan como hierba los impíos, si florecen todos los agentes de mal, es para ser destruidos por siempre;
 8 (9) mas tú, Yahveh, eres excelso por los siglos.
 9 (10) Mira cómo tus enemigos perecen, se dispersan todos los agentes de mal.
 10 (11) Pero tú alzas mi frente como la del búfalo, derramas sobre mí aceite nuevo;
 11 (12) mi ojo desafía a los que me acechaban, mi oído escucha a los malvados.

12 (13) Florece el justo como la palmera, crece como un cedro del Líbano.
 13 (14) Plantados en la Casa de Yahveh, dan flores en los atrios del Dios nuestro.
 14 (15) Todavía en la vejez producen fruto, se mantienen frescos y lozanos,
 15 (16) para anunciar lo recto que es Yahveh: mi Roca, no hay falsedad en él.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...