Salmo 33 (32)
1 ¡Gritad de júbilo, justos, por Yahveh!, de los rectos es propia la alabanza;
2 ¡dad gracias a Yahveh con la cítara, salmodiad para él al arpa de diez cuerdas;
3 cantadle un cantar nuevo, tocad la mejor música en la aclamación!
4 Pues recta es la palabra de Yahveh, toda su obra fundada en la verdad;
5 él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahveh está llena la tierra.
6 Por la palabra de Yahveh fueron hechos los cielos por el soplo de su boca toda su mesnada.
7 El recoge, como un dique, las aguas del mar, en depósitos pone los abismos.
8 ¡Tema a Yahveh la tierra entera, ante él tiemblen todos los que habitan el orbe!
9 Pues él habló y fue así, mandó él y se hizo.
10 Yahveh frustra el plan de las naciones, hace vanos los proyectos de los pueblos;
11 mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades.
12 ¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!
13 Yahveh mira de lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de Adán;
14 desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra,
15 él, que forma el corazón de cada uno, y repara en todas sus acciones.
16 No queda a salvo el rey por su gran ejército, ni el bravo inmune por su enorme fuerza.
17 Vana cosa el caballo para la victoria, ni con todo su vigor puede salvar.
18 Los ojos de Yahveh están sobre quienes le temen, sobre los que esperan en su amor,
19 para librar su alma de la muerte, y sostener su vida en la penuria.
20 Nuestra alma en Yahveh espera, él es nuestro socorro y nuestro escudo;
21 en él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos.
22 Sea tu amor, Yahveh, sobre nosotros, como está en ti nuestra esperanza.
Salmo 34 (33)
(1) = De David. Cuando fingiéndose demente ante Abimélek, fue despachado por él y se marchó. =
1 (2) = Alef. = Bendeciré a Yahveh en todo tiempo, sin cesar en mi boca su alabanza;
2 (3) = Bet. = en Yahveh mi alma se gloría, ¡óiganlo los humildes y se alegren!
3 (4) = Guimel. = Engrandeced conmigo a Yahveh, ensalcemos su nombre todos juntos.
4 (5) = Dálet. = He buscado a Yahveh, y me ha respondido: me ha librado de todos mis temores.
5 (6) = He. = Los que miran hacia él, refulgirán: no habrá sonrojo en su semblante.
6 (7) = Zain. = Cuando el pobre grita, Yahveh oye, y le salva de todas sus angustias.
7 (8) = Jet. = Acampa el ángel de Yahveh en torno a los que le temen y los libra.
8 (9) = Tet. = Gustad y ved qué bueno es Yahveh, dichoso el hombre que se cobija en él.
9 (10) = Yod. = Temed a Yahveh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada.
10 (11) = Kaf. = Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahveh de ningún bien carecen.
11 (12) = Lámed. = Venid, hijos, oídme, el temor de Yahveh voy a enseñaros.
12 (13) = Mem. = ¿Quién es el hombre que apetece la vida, deseoso de días para gozar de bienes?
13 (14) = Nun. = Guarda del mal tu lengua, tus labios de decir mentira;
14 (15) = Sámek. = apártate del mal y obra el bien, busca la paz y anda tras ella.
15 (16) = Ain. = Los ojos de Yahveh sobre los justos, y sus oídos hacia su clamor,
16 (17) = Pe = el rostro de Yahveh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria.
17 (18) = Sade. = Cuando gritan aquéllos, Yahveh oye, y los libra de todas sus angustias;
18 (19) = Qof. = Yahveh está cerca de los que tienen roto el corazón. él salva a los espíritus hundidos.
19 (20) = Res. = Muchas son las desgracias del justo, pero de todas le libera Yahveh;
20 (21) = Sin. = todos sus huesos guarda, no será quebrantado ni uno solo.
21 (22) = Tau. = La malicia matará al impío, los que odian al justo lo tendrán que pagar.
22 (23) Yahveh rescata el alma de sus siervos, nada habrán de pagar los que en él se cobijan.
Salmo 35 (34)
(1) = De David. =
1 Ataca, Yahveh, a los que me atacan, combate a quienes me combaten;
2 embraza el escudo y el pavés, y álzate en mi socorro;
3 blande la lanza y la pica contra mis perseguidores. Di a mi alma: «Yo soy tu salvación.»
4 ¡Confusión y vergüenza sobre aquellos que andan buscando mi vida! ¡Vuelvan atrás y queden confundidos los que mi mal maquinan!
5 ¡Sean lo mismo que la paja al viento, por el ángel de Yahveh acosados;
6 sea su camino tiniebla y precipicio, perseguidos por el ángel de Yahveh!
7 Pues sin causa me han tendido su red, han cavado una fosa para mí.
8 ¡Sobre cada uno de ellos caiga de improviso la ruina: le prenda la red que había tendido, y en su fosa se hunda!
9 Y mi alma exultará en Yahveh, en su salvación se gozará.
10 Dirán todos mis huesos: Yahveh, ¿quién como tú, para librar al débil del más fuerte, al pobre de su expoliador?
11 Testigos falsos se levantan, sobre lo que ignoro me interrogan;
12 me pagan mal por bien, ¡desolación para mi alma!
13 Yo, en cambio, cuando eran ellos los enfermos, vestido de sayal, me humillaba con ayuno, y en mi interior repetía mi oración;
14 como por un amigo o un hermano iba y venía, como en duelo de una madre, sombrío me encorvaba.
15 Ellos se ríen de mi caída, se reúnen, sí, se reúnen contra mí; extranjeros, que yo no conozco, desgarran sin descanso;
16 si caigo, me rodean rechinando sus dientes contra mí.
17 ¿Cuánto tiempo, Señor, te quedarás mirando? Recobra mi alma de sus garras, de los leones mi vida.
18 Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré entre un pueblo copioso.
19 No se rían de mí, mis enemigos pérfidos, ni se guiñen sus ojos los que me odian sin razón.
20 Pues no es de paz de lo que hablan a los pacíficos de la tierra; mascullan palabras de perfidia,
21 abren bien grande su boca contra mí; dicen: «¡Ja, Ja, nuestros ojos lo han visto!»
22 Tú lo has visto, Yahveh, no te quedes callado, Señor, no estés lejos de mí;
23 despiértate, levántate a mi juicio, en defensa de mi causa, oh mi Dios y Señor;
24 júzgame conforme a tu justicia, oh Yahveh, ¡Dios mío, no se rían de mí!
25 No digan en su corazón: «¡Ajá, lo que queríamos!» No digan: «¡Le hemos engullido!»
26 ¡Vergüenza y confusión caigan a una sobre los que se ríen de mi mal; queden cubiertos de vergüenza y de ignominia los que a mi costa medran!
27 Exulten y den gritos de júbilo los que en mi justicia se complacen, y digan sin cesar: «¡Grande es Yahveh, que en la paz de su siervo se complace!»
28 Y tu justicia musitará mi lengua, todo el día tu alabanza.
Salmo 36 (35)
(1) = Del maestro de coro. Del siervo de Yahveh. De David. =
1 (2) Un oráculo para el impío es el pecado en el fondo de su corazón; temor de Dios no existe delante de sus ojos.
2 (3) Con ojo harto lisonjero se mira, para encontrar y detestar su culpa;
3 (4) las palabras de su boca, iniquidad y engaño; renunció a ser sensato, a hacer el bien.
4 (5) Sólo maquina iniquidad sobre su lecho; en un camino que no es bueno se obstina y no reprueba el mal.
5 (6) Oh Yahveh, en los cielos tu amor, hasta las nubes tu verdad;
6 (7) tu justicia, como los montes de Dios, tus juicios, como el hondo abismo. A hombres y bestias salvas tú, Yahveh,
7 (8) oh Dios, ¡qué precioso tu amor! Por eso los hijos de Adán, a la sombra de tus alas se cobijan.
8 (9) Se sacian de la grasa de tu Casa, en el torrente de tus delicias los abrevas;
9 (10) en ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz.
10 (11) Guarda tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los de recto corazón.
11 (12) ¡Que el pie del orgullo no me alcance, ni la mano de los impíos me avente!
12 (13) Ved cómo caen los agentes de mal, abatidos, no pueden levantarse.