martes, 1 de mayo de 2018

Proverbios 25-27; Efesios 5

Proverbios 25
1 También estos son proverbios de Salomón, transcritos por los hombres de Ezequías, rey de Judá.
2 Es gloria de Dios ocultar una cosa, y gloria de los reyes escrutarla.
3 Los cielos por su altura, la tierra por su profundidad, y el corazón de los reyes: son inescrutables.
4 Quita las escorias de la plata, y quedará enteramente pura;
5 quita al malo de delante del rey, y su trono se afianzará en la justicia.
6 No te des importancia ante el rey, no te coloques en el sitio de los grandes;
7 porque es mejor que te digan: «Sube acá», que ser humillado delante del príncipe. Lo que han visto tus ojos,
8 no te apresures a llevarlo a juicio; pues ¿qué harás a la postre cuando tu prójimo te confunda?
9 Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no descubras los secretos de otro,
10 no sea que el que lo oye te avergüence, y que tu difamación no tenga vuelta.
11 Manzanas de oro con adornos de plata, es la palabra dicha a tiempo.
12 Anillo de oro, o collar de oro fino, la reprensión sabia en oído atento.
13 Como frescor de nieve el día de la siega el mensajero leal, para el que lo envía: conforta el ánimo de su señor.
14 Nubes y viento, pero no lluvia, el hombre que se jacta de que va a hacer un regalo, pero miente.
15 Con paciencia se persuade al juez, una lengua dulce quebranta los huesos.
16 ¿Has hallado miel?, come lo que necesites; no llegues a hartarte y la vomites.
17 Pon tu pie pocas veces en casa del vecino, no sea que se hastíe y te aborrezca.
18 Martillo, espada, flecha aguda: es el hombre que da testimonio falso contra su prójimo.
19 Diente roto, pie titubeante: la confianza en el pérfido, el día de la angustia,
20 como quitar el vestido en día helado. Poner vinagre sobre salitre, es cantar canciones a un corazón triste.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de beber;
22 así amontonas sobre su cabeza brasas y Yahveh te dará la recompensa.
23 El viento norte trae la lluvia, la lengua que disimula, rostros airados.
24 Mejor es vivir en la esquina del terrado, que casa en común con mujer litigiosa.
25 Agua fresca en fauces sedientas: la noticia buena de un país lejano.
26 Fuente hollada, manantial ensuciado, el justo que titubea ante el malo.
 
27 No es bueno comer mucha miel, ni buscar gloria y más gloria.
28 Ciudad abierta y sin muralla es el hombre que no domina su ánimo.
 
Proverbios 26
1 Como nieve en verano y lluvia en la siega, así de mal le sienta la gloria al insensato.
2 Como se escapa el pájaro y vuela la golondrina, así no se realiza la maldición sin motivo.
3 Látigo para el caballo, brida para el asno y vara para la espalda de los necios.
4 No respondas al necio según su necedad, no sea que tú también te vuelvas como él.
5 Responde al necio según su necedad, no vaya a creerse que es un sabio.
6 Se corta los pies, se empapa de amargura, el que envía un recado en mano de necio.
7 Como las piernas vacilantes del cojo, es el proverbio en boca de los necios.
8 Como sujetar una piedra en la honda, es conceder honores a un necio.
9 Como espino que va a parar a mano de borracho, es el proverbio en boca de los necios.
10 Como arquero que a todos hiere, es el que toma a sueldo al necio y al borracho que pasan.
11 Como el perro vuelve a su vómito, vuelve el necio a su insensatez.
12 ¿Has visto a un hombre que se cree sabio? Más se puede esperar de un necio que de él.
13 Dice el perezoso: «¡Un león en el camino! ¡Un león en la plaza!»
14 La puerta gira en los goznes, y el perezoso en la cama.
15 El perezoso hunde la mano en el plato; pero le fatiga llevarla a la boca.
16 El perezoso se tiene por más sabio que siete personas que responden con tacto.
17 Agarra por las orejas a un perro que pasa el que se mete en litigio que no le incumbe.
18 Como un loco que arroja saetas escondidas, flechas y muerte,
19 tal es el hombre que engaña a su prójimo, y dice: «¿No ves que estaba bromeando?»
20 Cuando se acaba la leña, se apaga el fuego, cuando no hay chismoso, se apacigua la disputa.
21 Carbón sobre brasas y leña sobre fuego, es el pleiteador para atizar querellas.
22 Las palabras del delator son golosinas que bajan hasta el fondo de las entrañas.
23 Plata con escorias esmaltada sobre arcilla, son los labios dulces con corazón perverso.
24 El que odia, disimula con sus labios, pero en su interior comete perfidia;
25 si da a su voz un tono amable, no te fíes, porque hay siete abominaciones en su corazón.
26 Encubrirá su odio con engaño, pero en la asamblea se descubrirá su malicia.
27 El que excava una fosa caerá en ella, el que hace rodar una piedra se le vendrá encima.
28 La lengua mentirosa odia a sus víctimas, la boca melosa labra la ruina.
 
Proverbios 27
1 No te regocijes por el día de mañana, porque no sabes lo que deparará el día de hoy.
2 Que otro te alabe y no tu propia boca; un extraño, que no tus labios.
3 Pesada es la piedra y pesada la arena, la ira del necio es más pesada que ellas.
4 El furor es cruel, agua desbordada la cólera; mas ¿quién resistirá ante la envidia?
5 Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto.
6 Leales son las heridas del amigo, falsos los besos del enemigo.
7 Alma saciada pisotea la miel, al alma hambrienta, hasta lo amargo es dulce.
8 Como yerra el pájaro lejos de su nido, así yerra el hombre lejos de su lugar.
9 El aceite y el perfume alegran el corazón, la dulzura del amigo consuela el alma.
10 No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre; no entres en la casa de tu hermano el día de tu infortunio. Mejor es vecino próximo que hermano alejado.
11 Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; y podré responder al que me ultraja.
12 El hombre precavido ve el mal y se esconde, los simples pasan y reciben castigo.
13 Tómale su vestido, pues salió fiador de otro; tómale prenda por los extraños.
14 Al que ya de mañana a su prójimo bendice en alta voz, le será contado como una maldición.
15 Goteo incesante en día de lluvia y mujer chismosa, son iguales;
16 el que la retiene, retiene viento y aceite encuentra su derecha.
17 El hierro con hierro se aguza, y el hombre con su prójimo se afina.
18 El que vigila una higuera come de su fruto, el que guarda a su señor será honrado.
19 Como en el agua un rostro refleja otro rostro, así el corazón de un hombre refleja el de otro hombre.
20 Seol y Perdición son insaciables; tampoco se sacian los ojos del hombre.
21 Crisol para la plata, horno para el oro, el hombre vale según su reputación.
22 Aunque machaques al necio en el mortero, (entre el grano, con el pilón) no se apartará de él su necedad.
23 Conoce a fondo el estado de tu ganado, aplica tu corazón a tu rebaño;
24 porque no es eterna la riqueza, no se transmite una corona de edad en edad.
25 Cortada la hierba, aparecido el retoño, y apilado el heno de los montes,
26 ten corderos para poderte vestir, machos cabríos con que pagar un campo,
27 leche de cabras abundante para tu sustento, para alimentar a tu familia y mantener a tus criados.


Efesios 5
1 Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos,
2 y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como = oblación y víctima de suave aroma. =
3 La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos.
4 Lo mismo de la grosería, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de  gracias.
5 Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso - que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios.
6 Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene le cólera de Dios sobre los rebeldes.
7 No tengáis parte con ellos.
8 Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz;
9 pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
10 Examinad qué es lo que agrada al Señor,
11 y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas.
12 Cierto que ya sólo el mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza;
13 pero, al ser denunciadas, se manifiestan a la luz.
14 Pues todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso se dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo.
15 Así pues, mirad atentamente cómo vivís; que no sea como imprudentes, sino como prudentes;
16 aprovechando bien el tiempo presente, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis insensatos, sino comprended cuál es la voluntad de Señor.
18 = No os embriaguéis con vino, = que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu.
19 Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor,
20 dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
21 Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo.
22 Las mujeres a sus maridos, como al Señor,
23 porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.
24 Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó  a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra,
27 y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa  e inmaculada.
28 Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo.
29 Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia,
30 pues somos miembros de su Cuerpo.
31 = Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. =
32 Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia.
33 En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido.

Gregorio de Nisa

  San Gregorio de Nisa, también conocido como Gregorio Niseno, nació alrededor del año 335 en Cesarea de Capadocia, Asia Menor (actual Turqu...